Fuera de mi plan

Capítulo 24

Sorpresas y sustos

Ya han pasado dos días desde que se celebró la fiesta, por el partido ganado del día miércoles, el día de ayer todo estuvo de lo mas tranquilo y normal, pero en cambio hoy, la cosa empezó muy mal.

Les pondré en contexto, ayer después de salir de la universidad, acompañé a mi amiga a buscar un lugar en el cual pudiéramos comer, estuvimos buscando por una hora aproximadamente y luego de tanto caminar, finalmente encontramos uno que fue de su grado.

—Jesse, ¿segura que quieres comer aquí? —pregunté dudosa, pues el lugar se veía de mala muerte, tanto que justo al lado había bolsas de basura regadas y personas tiradas en suelo y eso daba muy mal aspecto—

A dónde nos vinimos a meter

—No seas aguafiestas, nunca hemos comido aquí —señaló, restando importancia a mis palabras, y así es ella señores, necia a más no poder—

—Por eso mismo lo digo —indiqué

—Hay que entrar y probar el menú, tal vez y descubrimos comida increíble, hay lugares muy buenos que aún no son reconocidos porque las personas no les dan una oportunidad

—O tal vez encontremos una rata muerta en la sopa —me encogí de hombros—

—Anda vamos —tomó mi mano y nos adentramos juntas—

No hice por detenerme por que sabía que ella me llevaría de igual forma.

Cuando estuvimos adentro ambas ordenamos, el lugar por dentro no se veía tan mal, y la comida se veía bien aparentemente, pero yo percibí un olor extraño en el platillo de mi amiga.

—Jesse, tu filete huele raro —susurré solo para que ella me escuchara—

—Estas loca, si sabe exquisito —habló dando otro bocado a su comida, la observé y comí un poco de mi ensalada—

—Mejor no te lo comas, no te vaya a hacer daño

—Lía no seas tan negativa, el lugar se ve horrible pero la comida está deliciosa

—Solo digo que siento que huele raro

—Huele bien, es solo tu imaginación

—Jesse dudo mucho que eso sea carne de res —Murmuré

—Nunca juzgues a un libro por su portada

—¿Eh?

—Te gusta leer mucho ¿no?

Asentí

—Si, ¿pero eso que tiene que ver con la comida?

—Algunos de los libros que te he visto, tienen portadas poco interesantes, pero su contenido es bueno

—Aja, ¿Y? —fruncí el ceño

—Lo mismo sucede con esta comida, el lugar es feo pero la comida no está nada mal

—No compares los libros, con comida de dudosa procedencia —comenté