Capítulo 22

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Después de una larga sesión de fotos con mi amiga y unos almuerzos terminados, finalmente decidimos ir a los baños para poder arreglarnos tranquilamente y así después ir al dichoso partido, al cual por cierto acepté asistir.

Cuándo llegamos inmediatamente entramos a cambiarnos de ropa por el uniforme de porrista. Jesse ya había salido de cambiarse, pero yo aún seguía adentro del cubículo, sentía vergüenza de estar vestida de esa manera, ya me había probado el traje ayer, pero en ese momento me sentí más segura, ahora estoy nerviosa, mis dedos empiezas a moverse rápidamente cuando estoy nerviosa y justo ahora está sucediendo.

—¿Lía estas lista? —preguntó la rubia al otro lado de la puerta, ella ya había salido y yo seguía adentro como una cobarde

—Eso creo

—Pues entonces déjame verte —pidió tocando la puerta

—Mejor me quedo aquí —comenté algo insegura, este vestuario me queda muy pequeño y estoy enseñando de más— aquí nadie me ve

—Vamos Lía no me hagas esto —se quejó, intentando abrir la puerta, pero no lo logró, si no salía mi amiga sería capaz de entrar a la fuerza por mí, la conozco y si lo haría

—Esta bien —bufé dándome por vencida

Abrí la puerta del cubículo del baño y salí cubriendo mi rostro con ambas manos, aún no me veía y sentía mi cara arder de la vergüenza. Hace algunos años dejé de usar este tipo de atuendos, pasé de ser una chica liberal a alguien conservadora, y mi cambio se lo debo a Oliver.

—Eres una perra —habló Jess y su voz sonó gélida, tanto que me sorprendí al escucharla

—¿Qué? —pregunté dejando al descubierto mi rostro, sus facciones mostraban, ¿molestia? Tal vez

—Eres una maldita perra —repitió y su rostro seguía igual, no tenía expresión alguna

—Jesse.. —Abrí mis ojos como platos al escuchar lo que mi amiga me acababa de decir, su voz era seria y sonaba molesta, en los seis meses que llevamos juntas nunca me había hablado así.

—Mira nada más el cuerpo que tienes —habló y me desconcertó mucho, pues ahora su rostro tenía una enorme sonrisa

—¿Eh? —Arqueé la ceja confundía, ¿como pasó de estar molesta a tener una sonrisa en unos segundos?, esta chica está loca

—Amiga mírate, vergüenza te debería de dar por no lucir ese cuerpo

—¿Y por eso me insultas? —fingí estar molesta

—Eso solo era para darle emoción a la situación —se justificó

Y vaya que le dio emoción, por un momento creí que la había hecho otra cosa, hace rato se enojó conmigo, sería el colmo si vuelve a suceder.

—Me siento muy descubierta —hablé bajando la falda con mis manos por quinta vez

—Lo se, lo se, pero anda, enseña que si tienes de que sentirte orgullosa

—Así estoy bien, pero gracias

—Pero vamos, mírate en el espejo
—exigió— te vez hermosa

Mi amiga se hizo a un lado y logré verme completamente en el espejo y si me veo bien, el uniforme de porrista no me sienta nada mal, hasta yo me sorprendí

<<Eres una perra>>

 

Soy una perra

Fuera de mi planWhere stories live. Discover now