Capítulo 13

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Hospital

Llegué a una zona privada que se veía muy lujosa, me encontré con un camino que estaba rodeado de diversos árboles y flores, proseguí por ese camino y me llevo a una entrada donde estaban unas rejas enormes que no me permitían pasar y a lo lejos se veían unas casas pero a penas y se alcanzaban a distinguir, me detuve frente a esas rejas y salió un vigilante de un pequeño cuarto y le explique que solo iba a entregar el auto de un amigo, el señor frunció el ceño y aparentemente no me creyo porque le marco a alguien que imagino fue a André.

—¡Puede dejar el auto aquí señorita y yo lo llevo a casa de los señores!
—me indicó el vigilante—

<<¿Señores?>>    <<¿Vive con alguien más?>>   <<Necesitas preguntarle a Jess>>

—¡Señorita!, puede dejar el auto aquí, yo mismo lo entrego no se preocupe —repitió—

—Sí, claro disculpe —comenté—

Antes de bajar del auto, saque mi mochila guarde lo que había dejado en el tablero y mi telefono, baje del auto y unos metros atrás estaba estacionado Oliver el cual no se veía muy feliz. Camine hacia su auto y luego tome asiento de lado del copiloto, arranco y nos pusimos en marcha al hospital.

No habla para nada y a duras penas me veía, podía notar que estaba molesto y odiaba su forma de quedarse callado, quise intentar sacar un tema de conversación pero algo me decía que mejor me quedara callada. Paro en un semáforo pues estaba en rojo y lo vi que me miraba disimuladamente, note que se tensó cuándo se dio cuenta que también lo observaba y por fin se animó a decirme algo.

—¿Te pareció divertido? —pregunto y fruncí el ceño en señal de que no entendía lo que me quiso decir—

—No te entiendo —Hablé—

—¡CASI TE MATAS CONDUCIENDO!    —Gritó— Eres una irresponsable, tiene mucho tiempo que no conduces y pudiste haber causado un accidente

—No soy una estúpida niña Oliver, se lo que hago —bufé—

—Pues pareces una niña, no tienes idea de lo rápido que conducías te pudiste estrellar en algún lugar y todo por creerte quien ya no eres —habló un poco más tranquilo—

—No sabes lo que dices —y realmente él no sabía lo que estaba hablando––

—Si se, te conozco muy bien y en ese momento fuiste la Lía de hace dos años atrás, la que no le importaba su vida, la que solo piensa en ella y no en los demás y ¿sabes algo? Me recordaste tanto a alguien, dime ¿quieres acabar como Se...?

—¡CALLATE! —Grité— No se te ocurra mencionar su nombre, no tienes la más mínima idea de cómo fueron las cosas Oliver

—Solo intento protegerte —el semáforo cambio de color y avanzamos— te amo y quiero cuidarte toda mi vida Lía

—Me se cuidar sola Oliver –espete— tuve una persona que me enseño a defenderme y a no dejarme de nadie

—Pues no aprendiste muy bien que digamos —reí y moví la cabeza en señal de negación— Me vas negar que aquella vez que me contaste que golpeaste a alguien fue a Samuel

—No tengo por qué mentirte                —hablé— Si lo golpee pero tuve mis razones

—¡Y EL CASI TE GOLPEA! —volvió a gritar—

—¡PERO NO LO HIZO! —yo grité esta vez— afortunadamente Alexander intervino y lo detuvo

—¿Y si él no lo hubiese detenido? Es una animal Lía y hoy me demostró que es capaz de golpear a quien se le cruce en su camino y no me gusta eso para ti

Fuera de mi planDonde viven las historias. Descúbrelo ahora