Capítulo 42

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Dos semanas, dos largas semanas han pasado desde la última vez que hablé con mi hermano. De aquella última vez que lo volví a ver, había sido duro para mí y estoy segura que para él no era algo fácil tampoco.

Les hago un pequeño resumen de mis últimos días. Para empezar cuando llegamos de casa de mi madre, Alexander se encargó de hacer unas cuantas llamadas. Lo primero que hizo fue hablar conmigo, me dijo que teníamos que ir a denunciar a Oliver, ya que el había intentado abusar de mi en un elevador, al principio estaba algo nerviosa, ya que no había reaccionado a la gravedad del asunto, pero al final logré ver que eso que Oliver había intentado hacer estaba mal. Con ayuda de mis amigos fui a la estación de policía, donde todos me dieron ánimos de hablar y contar lo que había sucedido. Al final puse una denuncia en su contra, admito que no fue fácil, pero lo hice. El caso ya estaba en marcha, los chicos me ayudaron a tratar esto de la mejor manera posible.

Posteriormente Alexander me pidió que estuviera en su casa unos días, al principio me negué, pero al final terminé por ser convencida por él y la rubia. Aunque yo había hecho unos cambios, solos dos veces a la semana podía ir con él, los demás días el venía a la residencia, esto fue decisión de él ya qué no quería dejarme sola.

Otro cambio qué ocurrió fue en mi cabello, decidí hacer unas mechas avellanas por todo mi pelo, el cambio no fue radical pero era un avance. Una de las noches en que Alexander me invitó a su casa decidimos hacer una especie de cena en su balcón, su habitación tenía vista a la ciudad, así que era momento de aprovechar eso. Ese día ambos hablamos, nos sinceramos demasiado, fue ahí cuando me di cuenta que realmente empezaba a conocer a Alexander Miller, y eso me gustaba todavía más. Yo le expliqué sobre mi situación con el psicólogo, el lo tomó como algo tranquilo, dijo que era normal ir a uno y que eso no significa que yo estuviera mal. Como sabía que tenía meses sin ir a uno, buscó uno muy cerca, me dio diferentes opciones y al final yo decidí a cual iba a ir.

Ya llevaba algunos días visitando a una psicóloga qué era muy linda, ella me estaba ayudando con ente nuevo proceso, aunque sus métodos eran muy diferentes a lo que yo llevaba con el psicólogo qué Oliver me consiguió.

Ayer tocó quedarme en la residencia, ya que Alexander tenía que arreglar unas cosas.

—¡Buenos días! —desperté a la rubia qué seguía acostada en su cama—. Todavía tenemos clase Jess

—Cinco minutos más —suplicó media dormida

—Ya casi es hora de ir a la escuela

—André no viene por nosotras hoy

—Pero Alexander si

Bufó un par de veces pero finalmente se puso de pie y con un mal humor entró al baño. Durante los próximos veinte minutos estuve escuchando música de Taylor Swift en la ducha, hasta que finalmente salió.

—Un baño es vida —dijo sonriente

—Alexander ya está abajo —comenté viendo que aún seguía en toalla

—¡Carajo! —corrió al armario y sacó algo de ropa–. Dile que en cinco minutos bajo

—Te espero en el auto —grité y vi como entraba al baño nuevamente

Bajé las escaleras del edificio y vi a Alexander estacionando en su auto.

—¡Buenos días, Alex! —saludé con una sonrisa y le di un beso. Si, ese era el diminutivo qué le decía en raras ocasiones

—Eran buenos, y ahora sin excelentes —comentó dándome otro beso

—Debemos esperar a Jesse —murmuré cerca de su boca

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⏰ Last updated: Aug 17, 2023 ⏰

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Fuera de mi planWhere stories live. Discover now