Capítulo 25

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Jesse

Se supone que los fines de semana puedes dormir hasta tarde, ¿no?, ya saben, descansar hasta medio día y estar haciendo absolutamente nada, o al menos, eso creía yo, pero estaba muy equivocada.

Es sábado, no se que hora sea, pero el sol aún no sale y sentada en mi cama, tengo a una pequeña castaña, le molesta que se lo diga pero a mi me parece gracioso molestarla con su estatura, que aparte de eso, es muy fastidiosa y lo es aún más, cuando se lo propone.

Lleva como diez minutos intentando despertarme, me estoy haciendo la dormida para ver si se da por vencida y me deja seguir durmiendo, pero no ha funcionando.
 

—Jess, despierta —susurró Lía a mi lado— Son las siete de la mañana

¡Las siete de la mañana!

A esta hora debería estar acompañando a Morfeo, pero no, estoy despierta tratando de ver si me asfixio con mi almohada o me levanto y me aviento por las escaleras.

 
—Ni siquiera ha salido el sol —gruñí con la almohada encima de mi cara— Déjame dormir y no molestes, no estoy en el ejército para levantarme tan temprano

 
—Ayer dormiste todo el día —la escuché resoplar— no seas floja y despierta —me volvió a mover

—Eso fue ayer y era por que me sentía de la patada —respondí

—Y hoy ya estas mejor

 
—Pues dos, tres, me quedé con un poco de sueño y creo que debería reponer esas horas perdidas

 
—Vamos Jess, hay que salir y hacer algo divertido —empezó a moverme nuevamente, para que yo me levantará, pero eso me hacía cosquillas, pero no dije nada.

 
Quité la almohada de mi rostro y con los ojos entre cerrados traté de verla, tenía una sonrisa en su rostro. ¿Cómo es que luce tan radiante en un fin de semana y a esta hora?

 
—¿Estas bien? —pregunté con el entrecejo fruncido, siempre tiene un buen humor y eso es algo característico en ella, pero hoy empezó desde muy temprano

 
Asintió felizmente, no se como siempre luce feliz a pesar de que a veces tiene días malos, yo siempre tengo una cara de.. si me hablas te pateo el trasero, a la cual muchos no están acostumbrados.

 
—Claro que estoy bien, es solo que ya es fin de semana y en dos días iré a ver a Oliver y eso me emociona —comentó dándome una ligera sonrisa y claramente se ve que está emocionada

 
Cierto, que dentro de dos días tiene que ir a ver su novio, el cual ya no me cae también como antes, pero eso se los explicaré más adelante.

—Entiendo tu felicidad y la comparto contigo, pero deberías de dormir un rato, luces muy demacrada —bromee con lo último que le dije, de hecho ella siempre luce bien, muy natural y sencilla, es todo lo contrario de mi, ¿cómo le hará?—

Me estiré sobre mi cama, como si fuera una especie de gusano con sal.

 
—No estoy demacrada —respondió tocándose el rostro y eso me hizo reír, acto seguido agarró la almohada y me la aventó

 
—Sabes que bromeo, luces bien

 
—Te odio por eso

 
—Me amas, lo sé —respondí con una sonrisa

 
—¿Qué te parece si vamos a desayunar y luego vamos a caminar?

 
Lo dudé un poco

Fuera de mi planWhere stories live. Discover now