Capítulo 23

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Después de que el partido terminara fui a comer con mis amigos a un restaurante bastante lindo, el cual André había elegido, y para ser sincera me sentía algo rara, pues mi vestuario no era el adecuado para un lugar así, un uniforme de porrista en un lugar para gente de dinero no es la mejor opción, no lo digo por mi, pero la forma en la que los demás me veían era incómodo, pero a André no le importó, pues este llevaba el uniforme del equipo y mi amiga también traía su uniforme de porrista, así que ya no era la única que usaba ropa informal, cuando terminamos de comer decidimos ir a dar la vuelta a una plaza, yo era el mal tercio y eso era muy notable, por lo que decidí separarme de mis amigos para dejarlos solos un momento, yo entiendo que ellos deben de tener privacidad y creo que yo no aporto mucho en la situación.

Caminé hasta un puesto de helados y pedí uno, en lo que esperaba saqué mi celular para distraerme un poco, pero al no encontrar nada divertido pensé en marcarle a Oliver y saber sobre él.

Después de unos diez minutos de hablar con mi novio, me resumió cómo había estado su semana, según el estaba estresado por las tareas y los proyectos inesperados, sonaba algo frustrado e histérico, en algunas ocasiones sentí que el hecho de que yo le hablara lo atrasaba en sus asuntos, mientras hablábamos lo escuché discutir con alguien y asumí que era su compañero de cuarto, y mejor preferí terminar la llamada para no discutir con seguirlo deteniendo, pues mi semana no había sido muy feliz que digamos y lo que menos quería era estar enojada con él o algo mucho peor, pude notar que su voz estaba empezando a cambiar, recuerdo que era más amigable y ahora que la escuché sonaba varonil y eso me llamó mucho la atención, pues ya tenía casi dos meses que no lo veía en persona.

<<Ahora si suena como un hombre>>

Siempre ha sonado así

<< Pero ahora me gusta más >>

Vi que los chicos venían caminando directo hacía mi, me levanté y los alcancé, André nos dijo que la fiesta ya había comenzado y que era hora de irnos. Salimos al estacionamiento y nos subimos al auto de André, obviamente mi amiga iba sentada en el lugar del copiloto y yo estaba atrás, como si fuera su pequeña hija, ellos comenzaron a charlar y André le contó cómo vivió el partido desde su perspectiva, el escucharlos me hizo regresar al pasado y recordar cuando yo era la pequeña Lía, me quedé viendo los árboles y la luna en silencio, pero también pensaba en él, y en la forma tan peculiar de hacer que yo creara historias en mi cabeza.

—¿Lía estas bien? —la voz de André me hizo regresar a la realidad

—Si —respondí en voz baja

—Haz estado callada todo el camino y eso es raro en ti —habló Jesse

—Solo estaba pensado

—¿En qué? ¿O en quién? —preguntó la rubia

—En qué cómo sorprenderé a Oliver la próxima semana —mentí para qué no me siguieran cuestionando al respecto, pero no funciono mucho que digamos

—¿Sigues con la idea de ir a verlo?
—preguntó André mientras seguía manejando— No es que esté mal pero no te he escuchado hablar del tema

—Es solo que no lo había pensado —y en eso no mentía, había olvidado un poco el tema de ir a visitar a mi novio— hoy tuve la oportunidad de hablar con él y lo noté un poco molesto o tal vez estresado y creo que una visita mía lo puede hacer sentir mejor

—Eres muy considerada con el tarado de tu novio

—Jesse —André y yo hablamos al mismo tiempo y ella solo rodó los ojos

—¿Qué? —se encogió de hombros— tu novio es un buen chico, pero seamos sinceros, sea comportado como un idiota estos últimos días

—Bueno si, pero…

Fuera de mi planWhere stories live. Discover now