Cambiando el rumbo

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Narra Jungkook

El sábado por la mañana me encuentra preparando mi maleta.
Estoy decidido a dejar Corea y volver a París, de dónde nunca tendría que haber salido. Fue un error volver...

Están completamente locos si piensan que me casaré con ese niño y además tener que compartir el mismo techo con él.
Me niego rotundamente.

A mí no me engaña... Podrá hacerlo con mis padres pero conmigo no.
Ese chico es tan arpía como su madre, o quizás peor.
Oculta bajo ese manto de inocencia un buen plan. Estoy casi seguro de ello...

Perdido entre mis pensamientos y contradicciones escucho cuando tocan a la puerta de mi departamento... Genial no estoy para visitas, mi humor es pésimo en este momento.

Al abrir la puerta me encuentro con mis amigos Nanjoon y Hoseok del otro lado.

—¡Buen día Jeonsito! —me dice Hoseok mostrándome un pack de café.

—¿Llegamos en mal momento Jeon? —pregunta Nam al ver mi cara.

—La verdad de bueno no tienen nada. —digo sin entusiasmo—. Estoy armando mi maleta nuevamente, me largo de aquí.

—Pero, ¿qué demonios dices Jungkook? Creí que te ibas a quedar por un tiempo aquí. —dice Hoseok.

—Te escuché decidido ayer cuando hablamos por teléfono. ¿Qué te hizo cambiar de opinión? —pregunta Nam.

—No pude convencerlos sobre dejar de lado el bendito matrimonio; al contrario ellos simplemente redoblaron la apuesta y además de casarme con un niñato de diecisiete años que ni siquiera sabe dónde está parado, que es absolutamente un cero a la izquierda; quieren que viva con él como un típico matrimonio feliz.

De pronto Hobi escupe el café que estaba bebiendo y los dos volteamos a mirarlo...

—Acabas de manchar mi alfombra nueva Hobi... —le suelto sin gracia.

—Esto es muy gracioso... —dice él—, perdón por eso Jeikei, es que no me aguanté. O sea que, ¿Vivirán juntos?

—Claro que no, no lo haré. Está decidido. Me regreso hoy mismo a París o a más tardar mañana; pero aquí no me quedo un segundo más.

—¿Y qué harás allá, eh? ¿Has pensado en eso? Tu padre, según tú, venderá el departamento, el auto, cortará tus tarjetas y, si él se lo propone, olvídate de conseguir trabajo. Sabes bien que tiene influencia para hacer lo que se le plazca.

—¿Y qué quieres que haga Namjoon? ¿Acaso me estás diciendo que acepte todas las condiciones sin rechistar? Es un disparate... Además ese niño es un lobo con piel de cordero... Ya lo odio sin siquiera conocerlo, me repugna su actitud. No soportaría un segundo viviendo bajo el mismo techo que él.

—¿Tan así es? Apuesto que estás exagerando Jeon. Tengo que conocerlo, ya me entró la curiosidad —menciona Hobi.

—Créeme. Es un arpía, un aprovechador que dejará en la calle a mi familia... —le digo mientras bebo mi café.

—Y si tan convencido estás de eso, ¿porqué simplemente no te quedas y tratas de desbaratar sus planes? Mira jungkook —Nam se me acerca y palmea mi hombro—,  piensa bien lo que vas a hacer. Si tu padre se va al extranjero a continuar su tratamiento médico la compañía quedará en manos de los Park y aquí no habrá nadie que controle eso, ni tampoco nadie que defienda lo que a tí también te pertenece. Si tienes razón en lo que dices yo aprovecharía la oportunidad para hacer trabajo de inteligencia amigo.

—Namjoon tiene razón... A veces mantener a los enemigos cerca es bueno para saber identificar muy bien quienes son realmente y en qué te pueden perjudicar —agrega Hoseok.

Contrato de amor •|Kookmin AU|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora