Perdiendo el control

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Narra Jimin

Los días corrían con demasiada rapidez. En un abrir y cerrar de ojos estábamos a jueves, eso significaba que en dos días me convertiría en un Jeon.
Hoy obtendríamos los resultados de los análisis que ambos nos hicimos luego de la conferencia de prensa.
Las críticas de ésta eran buenas y parece que se habían creído la corta historia de nuestro amor.

Mi madre casi no paraba en casa. Estaba demasiado ocupada con los asuntos de la boda, lo único que me repetía era "debes empacar" o "deja de comer", lo que me hacía pensar que le urgía que me fuera de esta casa y que en vez de bajar de peso, estaba más gordo aún.

Mí cabeza explotaba.

Y aquí estábamos: Taehyung, mi maleta y yo, con las puertas de mi armario abiertas de par en par empezando a seleccionar lo que llevaría y lo que no.

Lo que más me mortificaba era que al fin sabía dónde viviríamos... en su departamento.
Mentiría si dijera que no me preocupaba en lo más mínimo. De hecho, me aterraba saber que él se movería en su terreno mientras que yo sería un completo forastero.

Lo positivo, si... había algo positivo, estaba a unos minutos del instituto y solo a cuatro cuadras de la academia donde tomaba mis clases con el profesor Lee.

La señora Jeon y su esposo no presentaron objeción alguna con que siga concurriendo a danza, al contrario celebraron mi pasión por el baile contemporáneo.

—Creo que la ropa no entrará por sí sola a la maleta —comenta mi amigo—. Debemos comenzar Minnie.

—Tienes razón, pero no quiero hacerlo —no quiero porque es el puntapié inicial para hacer click que en dos día me iré de esta casa por un año.

—Jimin... Tienes que hacerlo de una vez. Basta de rodeos. —me regaña Taehyung—,  mientras más vueltas le des al asunto más te costará después.

—Tú lo crees fácil, pero en verdad no quiero irme de aquí. No sé porqué simplemente cada uno no sigue viviendo en su casa y ya.

—Anda, levántate y ayúdame —tira de mis brazos poniéndome de pie—. ¡Empecemos con esto de una vez por todas!

—Ok, solo porque pronto te irás y no quiero hacer esto yo sólo. —así que comienzo a seleccionar las prendas que llevaré conmigo a casa del insoportable de Jeon.

Meto en la maleta la ropa que uso habitualmente para mis clases de danza, el uniforme del instituto, la ropa que compré con mi madre, mis pijamas, ropa interior y luego ya que queda lugar meto esa odiosa ropa grande con la que tanto amo andar.

Al abrir mi mesita de noche encuentro una cajita con recuerdos de mi niñez...
Esta caja vino conmigo del orfanato, en ella guardo una foto de mis padres, algunas mías tomadas en ese lugar de donde me sacaron los Park y algún que otro recuerdo que son importantes para mí.
De pronto miro a Kookie... mi osito de peluche. Él fue un regalo de mi Nana cuando llegué aquí y comencé a tener mis ataques de pánico por las noches; en él encontré un poco de tranquilidad.

La pregunta era ¿Lo llevaría también conmigo? Por supuesto que sí, así que lo metí también en el bolso.

—¿Qué es esto? —pregunta Tae sacudiendo una cajita envuelta en sus manos.

Me pongo rojo en una milésima de segundo.

—Son pastillas —le contesto sin querer dar más explicaciones.

—¡Ya lo sé genio!, pero pastillas para qué —él insiste en saber así que le doy la respuesta.

- Píldoras anticonceptivas... —digo encogiéndome de hombros.

Contrato de amor •|Kookmin AU|•Where stories live. Discover now