Unas copas demás...

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Narra Jungkook

Llegar a la empresa fue todo un suplicio...

El tráfico de un lunes por la mañana de por sí ya es caótico, pero hoy fue imposible.
El día ya pintaba complicado desde el inicio y no me equivoqué...
Primero fue dormirme y luego encontrar el neumático de mi auto totalmente desinflado, así que mientras cambiaba la rueda por la del auxilio me aseguré la inminente llegada tarde.

Cuando por fin logré entrar a mi oficina me desplomé en el sillón, pero el trabajo no me daba tregua y enseguida mi secretaria entró con una pila de carpetas plagadas de documentos por revisar y firmar, además de recordarme sobre la reunión con el señor Park de las 11 am...
Debería de haberme quedado acurrucado en la cama con Jimin, era una excelente idea.

—¡Pero qué caripela te cargas por ser lunes por la mañana amigo! —exclama Yoongi al entrar en la oficina—. ¡Buen día para ti también!

—Apenas comienza la semana y ya estoy agotado. ¿Tengo que revisar eso también? — le digo señalando los papeles que trae en sus manos.
Siento que hoy no terminaré nunca.

—No, esto es lo que quedó pendiente firmar el viernes. Ya revisé los presupuestos, tu querido suegro los aprobó y faltaría solo tu firma.

—Toma asiento, lo haré ahora. —tomo los recibos para firmarlos mientras él se acomoda en la silla frente a mí.

—Oye... Hoy cenamos con los chicos, te ves fatal pero quizás deberías considerar venir y relajarte un poco. ¿Qué dices?

—¡Gracias por el cumplido Min! —digo entre risas—. Pero no lo sé, mañana tenemos una reunión temprano. —aunque si lo pienso sería una buena opción para despejar mi mente.

—La vida de casado te tiene completamente absorbido Jeon. ¿Quién lo diría, no? —sonrío al pensar en el culpable de mi lamentable estado el día de hoy.

—No me quejo... —le digo recostándome en mí silla—. Me gusta mi ritmo de vida ahora. Llegar a casa y tener a alguien que espere por ti se siente demasiado bien. Deberías probar. —sé que le toco el punto débil.

—¡Oooh no, gracias pero no! Eso no es lo mío. —se pone de pié abrochándose su saco, toma los papeles y se dirige hacia la salida.

Huye como el cobarde que es...

—Iré hoy... Así que cuéntame para esta noche.

—Genial... ¿Quieres que pase por tí?

— Estupendo, te lo agradezco.

—Nos vemos luego entonces. —sale de la oficina y yo vuelvo a internarme en el mundo de los negocios.

Sobre las cuatro de la tarde estoy agotado y sin darle más vueltas al asunto, decido irme a casa.

Al llegar al edificio el encargado que se encontraba dándole instrucciones al chico que se ocupa siempre de mantener impecables los grandes ventanales, me detiene para informarme que por la mañana había llegado otro ramo de rosas. Así que sin perder el tiempo me dirijo al depósito donde las ha dejado para que yo las vea.
Esta vez eran negras y en la nota se leía...

"Mi hermoso cisne negro".

Le agradezco que me mantenga informado señor Choo. Quiero que todo siga como se lo he pedido y ya sabe, con respecto a Jimin, él no debe enterarse de estas cosas. No quiero preocuparlo. —pero entonces él menciona algo que me cae como una bomba.

—Tengo entendido que su esposo hace unos días recibió un paquete también anónimo, el cual no pude intersectar ya que se encontraba el chico que habitualmente cubre mis días libres. —¿Un paquete?

Contrato de amor •|Kookmin AU|•Où les histoires vivent. Découvrez maintenant