Contrato de amor •|Kookmin AU|•

Mi prometido

Narra Jungkook

La impaciencia se reflejaba en mi rostro...

Habíamos llegado una hora antes al hotel donde se haría la conferencia para anunciar la boda.
Estaba aburrido sentado esperando que mi querido futuro esposo me deleitara con su presencia, y exactamente quince minutos después lo veo entrar por la puerta de acceso... sólo.

Al verlo inevitablemente me hago la misma pregunta que me vengo haciendo últimamente ¿Conseguiría vivir con ese chico un año entero?

Era totalmente incierto.

Me coloco de pie acomodando mi chaqueta y me acerco a él... Es hora de divertirme un rato.

—Debo decirte que tienes muy malos modales, cariño. ¿No piensas saludarme?

Me quedo esperando su reacción, pero no llega nada. Ni un "Hola", ni una mirada.

—Buenos días a ti también, Jimin —le digo suavemente.

—Buenos días... —me contesta cortante.

Al verlo de cerca noto que está algo maquillado y, debo reconocer que tiene unos labios tentadores.

—¿Has venido más dispuesto hoy? —mi pregunta atrae su mirada.

—¿Dispuesto? ¿Para qué? —me pregunta.

-—Te recuerdo que hoy se anunciará nuestra boda... —él me mira esperando más —. Soy muy buen actor, recuerdas? Así que no me culpes si se me pasa la mano con mí interpretación de futuro esposo sumamente enamorado de su prometido.

—¿Por qué haces esto? —inquiere-. ¿Por qué disfrutas de atormentarme?¿Por qué me quieres hacer sentir como si todo esto fuera mi culpa?

—Tú te lo has buscado niño... Cuando te propuse frenar este circo barato te negaste. Así que te advierto una vez más. Voy a jugar fuerte, espero que tengas cintura suficiente para soportarlo, cariño.

—Eres muy desagradable —me suelta con asco—. No te saldrás con la tuya. Si quieres jugar entonces yo también lo haré. No podrás conmigo.

—Eso me encanta. —le digo riendo—. Sino será muy aburrido para mi Minnie.

Me mira con los ojos como platos.

—No me llames así... Tú no tienes derecho de llamarme de esa forma. Sólo mis amigos lo hacen.

—Exactamente en cinco días más tendré el derecho de llamarte como a mí se me antoje. Así que espero que te acostumbres a eso. También espero que sepas cocinar bien... Soy muy exigente con la comida y por lo que veo tú no acostumbras a comer saludable... Estas algo rellenito. —acoto mirándolo de la cabeza a los pies.

—¡Cállate! —me grita—. ¡No te soporto. No quiero verte, no quiero escucharte! —sigue gritando fuera de sí comenzando a golpearme—. ¡No quiero hablar contigo!

Me empuja pero no logra moverme un centímetro así que lo tomo entre mis brazos para calmarlo y le tapó la boca con una de mis manos.

-A ver si comienzas a calmarte Park... Estás armando un alboroto. Nuestros padres estarán felices si se enteran... —se sacude hasta que parece calmarse—. Ahora quitaré mi mano y no harás un escándalo. —aflojo mi agarre de a poco y él por suerte recupera la serenidad.

—No vuelvas a tocarme —me dice aún agitado.

En ese momento mi madre entra en la sala y de inmediato percibe la tensión entre nosotros.

—Chicos... Avisaron que... ¿Está todo bien?

—Si madre. —le contesto. Pero sus ojos no se quedan en mí, sino en Jimin.