Soy feliz...

9.4K 878 132
                                    

Narra Jimin

Otra vez la inseguridad colándose en lo más profundo de mí mente...

¿Por qué lo habré dicho? Me pregunto una y otra vez...
Sólo arruiné las cosas.
Soy un tonto, un verdadero idiota.

Me atormento pensando que quizás fue demasiado pronto para confesarle mis sentimientos o quizás buscando alguna excusa que coincida con la forma en que reaccionó. Justificándolo...

¿Cómo haré para verlo a la cara?

Todo esto me lleva a la triste conclusión que él viene a mí sólo por sexo. Desde que nos conocimos ha estado insinuando sus verdaderas intenciones y yo caí.
Me creí sus caricias, lo que me transmitían sus besos, sus ojos profundos y al parecer, yo era el único ilusionado aquí con que esto se haría real.

Termino de acomodar mí uniforme y al mirar el reflejo en el espejo caigo en cuenta que ésta será la última vez que lo usaré.
Me siento un poco nostálgico por eso, no voy a mentir.
Acaricio la tela de mí chaqueta como queriéndole quitar alguna arruga inexistente y al levantar la vista, de pronto atrás mío veo asomar su alta figura.
Me pongo nervioso porque no sé como enfrentarlo luego de lo que le dije minutos atrás.
Por lo tanto sólo atino a bajar la mirada...

—Lo siento... —pedir disculpas al parecer se ha convertido en su hobby por estos días—.  También te quiero Jimin, perdóname.

Debo estar escuchando mal...
¿Lo dijo, él lo dijo en verdad? ¿O quizás es producto de mí imaginación?
Cierro los ojos y tomo aire mientras me volteo para mirarlo.

—¿Qué has dicho? —pregunto—. No deberías jugar con esas palabras si en realidad no lo sientes.

Quiero escucharlo de nuevo, sólo una vez más, por favor...
Quiero que sea verdad...
Quiero verlo a los ojos y poder sentir que no me miente.

Te quiero... —repite—. Perdóname por reaccionar así, soy un idiota. —respiro y sonrío apenas, liberando a mis pulmones de la carga de aire que contenían debido a la angustia que habitaba en mí.

Lo abrazo, pegando mí rostro a su pecho...
Me relajo en sus brazos cuando al fin me guarda en ese lugar que es como un refugio para mí.

—¿No estoy soñando? ¿Lo dices en serio? —no te retractes, no lo hagas...

Se inclina y me besa, suave, lento.
De esos tipos de besos que te reinician, que te sanan. De los que buscan confirmar algo de lo que aún hay dudas.

Te quiero, mí niño... —dice luego de separarse un poco de mí—. Soy algo terco para aceptar mis sentimientos aún, pero no dudes que lo hago cariño.

—Por un momento creí que era el único aquí con estos sentimientos... —le confieso—. Me alegro el haber estado equivocado.

—Lamento haberte hecho sentir así —me abraza y siento sus disculpas sinceras.

Yo elijo creerle... Una vez más me pongo en sus manos.

—Este Kookie es mí favorito... —siento que lo quiero más a cada minuto—. Mí Kookie...

Enredo mis brazos en su cuello y soy yo quien lo atrapa a él está vez...

—¿Kookie? —pregunta curioso—. ¿¡Me has puesto como tú conejo!?

—¿Te molesta que te diga así? —me separo de él y lo miro con mí mejor cara de pena.

—No... Pero me gustaría saber el porqué —genial... Pensará que soy un tonto de primera.

Contrato de amor •|Kookmin AU|•Where stories live. Discover now