Piel con Piel

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Narra Jimin

Estaba en calma... Esa era la nueva sensación que corría por mí cuerpo justo ahora.

Él me hacía sentir así...

Venía caminando tranquilo por las calles de Busan saltando algún que otro charco que la lluvia había dejado en su paso.
Me preguntaba:
¿Ésto sería lo más cercano a la felicidad?

Seguramente debía serlo, porque jamás me sentí tan bien.

Ensayé por tres largas horas y la asistente del profesor había quedado contenta con mi desempeño el día de hoy...
Según ella había salido más que perfecto.

Taemin había viajado al exterior por asuntos personales así que llegaría la próxima semana con el tiempo justo para ultimar los detalles de la exposición.
Él director no parecía contento con esa salida del país tan repentina, y lo hizo saber sin ningún miramiento.

Llegué al departamento y merendé algo rápido pues quería meterme rápido a la ducha y arreglarme para la cena de despedida en honor al señor Jeon...

Por primera vez me preocupaba el hecho de verme lindo. Así que tallé mi cuerpo con detenimiento, lavé mi cabello y apliqué mi crema habitual. Luego de eso subí al vestidor y rebusqué entre lo que había comprado ese día con mi madre hasta que por fin di con algo que me parecía más o menos decente.

Inevitablemente en este momento me acordaba de mi desaparecido y enamorado amigo... Definitivamente Kim Taehyung sabría aconsejarme sobre qué tendría que ponerme y que no.

Lo extrañaba y mucho...

Luego de cambiarme escogí unos aretes y algunos accesorios para adornar mis dedos. Estaba inseguro sobre si estaría bien aplicarme un poco de maquillaje, pero tal cual me había enseñado Tae lo hice y me gustaba el resultado de mi nuevo yo.

Mientras esperaba que llegara él a recogerme terminé un trabajo que debía presentar al día siguiente en el instituto y luego me dediqué simplemente a hacer zapping buscando algo que me ayudara a matar el tiempo en la televisión.

Estaba concentrado mirando una película cuando sentí la puerta principal, seguido del típico sonido de las llaves al caer sobre el mueble de la entrada.
No puedo evitar ponerme nervioso y mis manos comienzan a transpirar...
Reconozco que tengo miedo de que su antigua versión se apodere nuevamente de él.

Volteo para verlo y me encuentro con sus ojos oscuros, viéndome.

Me sonríe y como acto reflejo yo lo hago también...

Él se acerca sin apartar su mirada y cuando llega a mí su mano derecha acaricia mi rostro. No dice nada. Solo traza un camino lento desde mi labio inferior hasta mí mentón y desciende a un ritmo tortuoso por mi cuello para morir en el escote de la camisa que llevo puesta.

—No puedo hablar... —me dice, pegando su frente a la mía—. Estás precioso...

Posa su gran mano en mi nuca, y me atrae para besarme.
Me encanta que me bese. Creo que este podría ser mi nuevo pasatiempo favorito... Ser besado por él.

Me pierdo en su sabor, en su dulzura mientras me acaricia mi brazo y entrelazada su mano con la mía.

—Hola... —susurra al separarse de mis labios—. Debemos irnos... Aunque muero de ganas de quedarme aquí contigo.

Asiento, tiene razón sus padres nos esperan.

—Debes ducharte antes... —le recuerdo.

— Tienes razón. Dame diez minutos y nos vamos.

Contrato de amor •|Kookmin AU|•Where stories live. Discover now