Sí, quiero 💍

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Narra Jungkook

Odiaba el hecho de tener que levantarme para ir a trabajar cuando estaba tan cómodo y hoy con más razón, no quería salir de entre sus brazos. Me sentía en paz luego de la tormenta que había atravesado tras su ausencia.

Esta vez era él quien me mantenía prisionero, y yo estaba como un niño chiquito entre los brazos seguros de su madre...
Era increíble lo feliz que me hacía esa sensación.

Así estuve un buen rato, perdiéndome en esa calidez que solo su cuerpo me brindaba, llenándome de su esencia tan característica y admirando su expresión al dormir, esa que tanto había añorado.

Pero mi contemplar se vio interrumpido cuando el protagonista de mi desvelo se removió en la cama dejándome así sin su calor. Él estaba tan hermoso con su expresión relajada, su boquita entreabierta y su cabello semilargo esparcido por la blanca almohada que me hipnotizaba por completo. Las mantas volaron a la vez que sacaba una de sus delgadas piernas por fuera de las mismas y no me contuve, juro que no pude...

Aprovechando su nueva posición, poco a poco, me escabullí por debajo de ellas hasta dar con lo que tanto quería.

Si él despertaba justo en este momento de seguro pensaría que estaba loco, pero había leído que los bebés podían escucharte desde temprana edad, y por eso me encargaría todos los días de hacerlo, quería que mi hijo supiera que estaba aquí, esperando por él.

Hola campeón... —su pancita, casi inexistente, era la cosa más tierna que había visto—. Sé que estás ahí escuchándome cielo...

Era un pecado despertarlo. Él dormía tranquilamente así como lo había hecho yo luego de infinitas noches en vela extrañándolo. Pero soy un rebelde por naturaleza y me fue imposible no tocarlo, por lo que Jimin se volvió a mover cuando sintió un efímero beso sobre su vientre.

Te amo mi vida y quiero que te portes bien mientras papá se va a trabajar...

Cuando menos lo espero las mantas se hacen a un lado dejándome ver a un Jimin sonriente en todo su esplendor.
Mi día empezaba bien, claro que sí...

—¿Qué haces ahí?

—Estoy conversando con mi niño... —digo devolviéndole la sonrisa.

Repto por el colchón luego de dejarle otro beso y cuando llego a su altura me encuentro con ese par de ojos que me matan de amor y luego de cruzar nuestras miradas por unos instantes al fin lo beso.
Él me recibe gustoso, como lo hacía cada mañana en la que amaneció en mis brazos. Mi lengua se coló a través de su boca, mientras que sus suaves manos acariciaban mi piel.

—¿Irás a trabajar hoy? —pregunta cuando nos separamos.

—Debería ir... —el día anterior no había dado señales de vida alguna—. Le he dejado toda la carga estos días al pobre de Yoongi...

—Mi padre... ¿aún sigue complicando las cosas? —primera vez que me pregunta por él.

—No aparece mucho por allí últimamente, pero diría que tiene una hermosa adicción por llevarme la contraria en la mayoría de las cosas.

—Lo siento... —me acomodo encima suyo, con cuidado de no aplastarlo y beso su nariz.

—No te disculpes, tú no tienes nada que ver con eso. ¿Has hablado con ellos?

Él niega...
Como me lo imaginé, nada nuevo.

—No, en realidad hace tiempo que no lo hago, no sé nada de ellos, y  tampoco quiero saberlo. —creo que de algo me perdí.

Contrato de amor •|Kookmin AU|•Where stories live. Discover now