Nuestra melodía favorita

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Narra Jungkook                                  1/2

Estaba ansioso y creo que esa palabra en realidad quedaba chica para describir el revoltijo de emociones que sentía en este momento.
Hoy por fin lo vería, vería por primera vez a mi niño.

Me sentía agotado mentalmente.
La empresa, los viajes, las reuniones constantes con futuros nuevos clientes y el supervisar las obras en construcción saturaban mi día a día, pero al finalizar la jornada cuando abría la puerta de mi departamento encontraba las razones  de tanto esfuerzo...
Como justo ahora.

Lo observaba en silencio apoyado en el marco de la puerta de nuestra habitación, mientras se terminaba de arreglar su oscuro cabello para poder ir a nuestra cita con la obstetra.
La primera que tendríamos juntos.

Amaba disfrutar de los pequeños momentos en los que ignoraba mí presencia y lo veía en su estado más puro.
Admirar el verlo dormir por ejemplo, era algo muy habitual últimamente en mí.
A menudo cuando llegaba de la oficina lo hallaba profundamente dormido en el sofá de la sala o en nuestra cama, siempre rodeado de esa aura de paz tan característica en él, de esa ternura que traspasaba mí corazón.
Me sentía afortunado...

—Sé que estás ahí... —menciona mientras guarda sus cosas en un pequeño estuche.

Abrí un poco más la puerta para terminar de asomarme sonriéndole...

—Hola cariño... —él también me sonríe a través del espejo.

Mí mundo es más brillante...

—¿Estabas espiándome Jeon? —pregunta con su típico tono juguetón—. Puedo sentirte cuando estás cerca, no lo olvides.

—Contestando a tu pregunta, más bien diría admirándote... —me inclino sobre su cuerpo para dejarle un beso en su cuello—. Estás precioso cielo...

—Siempre dices lo mismo —dice mientras inclina su cabeza hacia un lado para que siga con mí tarea.

Sé que le gusta esto, se ha convertido en un niño mimado por estos días.

—No es cierto... —lo complazco con otro beso cerca de su oreja—. A veces te digo que te ves sexy o ardiente, otras que te ves tierno.

Lo hago girar para al fin tenerlo de frente y  así poder atrapar sus regordetes labios en un tierno beso.

—Hola a ti también... —susurra sobre mis labios—. ¿Cómo fue tu día Kookie?

—Normal... —vuelvo a besarlo, tengo una pequeña obsesión con sus labios.
En ellos mueren los problemas, mis preocupaciones, mi cansancio y renace un nuevo Jungkook cada vez que él me besa...

Es él, todo se lo debo a él, mi Jiminie.

—¿Seguro?... —vuelve a preguntar.

—Ahora mí día está mucho mejor cariño... —acomodo su camisa—. Es solo cansancio, no te preocupes.

—Deberías trabajar menos, mucho de algo no es bueno Kook... —me regaña mientras afloja un poco mi corbata.

—Tienes razón, pero no puedo relajarme aún, debo trabajar duro para cumplir con mis objetivos...

—¿Sabes una cosa?... —niego—. Lo único que nosotros dos necesitamos es a ti, lo demás no importa mientras estemos juntos...

—¿Sabes una cosa? —tiro de su mano para que se ponga de pie.

—Mmm, ya sé, ¿que me amas? —sonrío, claro que lo hago. Cómo no tiene idea.

—Por supuesto que te amo, pero lamento decepcionarte. No es eso lo que iba a decir... —lo abrazo por la cintura, colando una mano por debajo de su ropa para acariciar su vientre.

Contrato de amor •|Kookmin AU|•Where stories live. Discover now