Reproches

7.5K 774 176
                                    

Narra Jungkook

Estoy frío...
Mi subconsciente me alerta de que me encuentro solo en la cama.
Estiro mi brazo tanteando hacia ambos lados, aún con los ojos cerrados y no lo detecto cerca mío.
¿Dónde está?

Saco la cabeza de abajo de la almohada y recorro la habitación buscando indicios suyos, pero nada...
¡Nada de nada!

Miro el reloj sobre la mesita de noche y son las ocho de la mañana.
Para ser domingo y por ser Jimin, eso es  extraño.
Salto de la cama, me coloco mi ropa interior que recojo del suelo y luego de comprobar que no está en el cuarto de baño; me dirijo hacia la sala.

Mis pies me llevan hacia el comedor, donde lo encuentro sentado con una taza humeante de café, al parecer recién hecho,  y un cuenco de cereales a su lado.
¡Extraña combinación!
Raro....

Me acerco sigiloso y lo tomo por detrás clavándole los dedos en las  cosquillas.
Él odia eso.

—¿Se puede saber el porqué de dejarme solo en la cama un domingo y tan temprano? —él se retuerce en mis brazos queriendo escapar entre  risas.

—¡Kookie...! ¡Basta, basta por favor! —me pide entre carcajadas.

—¿Quieres que te perdone cariño, eh? —lo cargo al hombro y lo llevo hacia el sofá de la sala donde comienzo a quitarle la ropa, haciendo que algún que otro botón de su camisa salga disparado al aire.

—¡Kookie para, para! No podem... —¡si que podemos!

Le tomo las manos para que deje de resistirse, y se las sujetos por encima de su cabeza mientras devoro su dulce boca. Le meto la lengua y me regocijo con su sabor. De su garganta escapa un pequeño jadeo cuando arrastro mi boca por su delicado cuello y estoy por desprender su pantalón cuando, de pronto, escucho...

—¿¡Qué sucede aquí!? —me incorporo rápidamente y... ¡No lo puedo creer!

—¿Mamá? —¡carajo!
Estoy casi en pelotas delante de mi madre.

—¡No! ¡Soy la reina de Inglaterra...! ¿Qué creen que hacen? ¿No podían esperar a que  me fuera? —agarro un almohadón para tapar mis partes y ayudo a Jimin a ponerse de pie.

—Lo siento mamá, no sabía que estabas aquí... —miro a Jimin con cara de reproche.

¿Por qué carajo no me lo dijo?

—No me mires así... Intente decírtelo, pero tú, cómo siempre, haces lo que quieres. —me dice ofendido, mientras intenta cerrar de nuevo su prenda maltrecha.

—¡Ya deja de quejarte y ve a vestirte Jeon Jungkook, que tú madre está aquí! Descarado. —balbucea ella por lo bajo.

Como un niño chiquito y obediente voy hacia mi habitación a ponerme algo que resulte ser más digno que un simple boxer blanco. Jimin se me adelanta furioso y se mete en el vestidor rápidamente a buscar algo que ponerse mientras yo solo lo sigo en silencio detrás.
Creo que debería disculparme.

—Oye, lo siento —ni me mira.
¿Fue para tanto?

—Ajá... —suspiro.

—Tampoco fue para tanto cariño... —intento abrazarlo pero me esquiva mientras continúa abrochando botón a botón.

—No me escuchas... ¡En realidad nunca lo haces! Llegas y arrasas con todo a tu paso. Gracias por hacerme quedar como un adolescente hormonal delante de tu madre, Jungkook. —sonrío ante esta versión de él, es como si estuviera viendo un poco del Jimin que conocí al principio—. ¿Y se puede saber de qué te ríes?

Contrato de amor •|Kookmin AU|•Where stories live. Discover now