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—San, por favor, ya basta —. Habló Park ahora sosteniendo los brazos del pelinegro ya que este quería golpear el vidrio templado del elevador.

—Juro que los haré pagar por esto. ¡Los quiero bajo tierra! —. Gritó asustando al menor.

—San, cálmate, ya olvida lo que pasó, olvida lo que dijo —. Al decir eso, el mencionado lo miró con sorpresa y con una mirada que decía "por favor, ¿es enserio?"

—Claro, como no se me había ocurrido —. Dijo como si fuese lo más obvio del mundo. —Eres un genio, me olvidaré de todo el daño que me causó e iré a abrazarlo y decirle: "Te quiero padre, te quiero hermano, los quiero a ambos, les daré un abrazo" —. Habló con evidente sarcasmo e ironía. —¡Por favor, Park Seonghwa! ¡No seas idiota! ¡¿Crees que voy a ser tan estúpido como para hacer tal cosa?!

—San, escucha...

—¡no me importa! ¡¿Acaso eres sordo?!

—Ehh... Jefe Choi... ¿Quiere...?

—¡No! ¡No quiero nada! ¡¿No ves cómo estoy?! Guardar silencio es lo mejor que puedes hacer en este momento —. Aclaró San dejando a Wooyoung con la palabra en la boca.

—No tienes por qué hablarle así —. Dijo Seonghwa señalando al menor.

—Y tú no tienes que meterte en mis asuntos —. Aclaró.

En cuanto el elevador abrió sus puertas, San salió de él sin decir nada mientras hablaba entre dientes, por su cara era bastante obvio que estaba molesto y hecho una furia, podría, incluso, golpear a cualquiera que se atravesara en su camino o que intentara ayudarlo.

Caminó hacia cualquier parte, no le importaba otra cosa que no fuese distraer su mente con cualquier objeto. El aire fresco golpeaba su rostro y eso le agradaba. A lo lejos logró divisar una gran fuerte y optó por sentarse allí, cerró sus ojos para poder escuchar el sonido del agua, era relajante y, lo bueno de todo, era que ya no tendría que ir a juntas en los próximos días debido a que trabajaría desde su habitación y luego, después de dos semanas, volvería al lugar que tanto detestaba, su aburrida y nada linda oficina. Era linda para varios pero no era el gusto de él. Los colores no combinaban y le hacían sentir sofocado.

—¿Por qué me sigues? —. Preguntó sin voltear, eso causó que  asustara a la persona que estaba tras él.

Había sentido los pasos y la presencia del menor siguiéndole lentamente su paso, no era raro pues desde un principio le había dicho que tenía que seguirlo a todos lados sin que él le dijera. San creía que era algo bueno pero malo a la vez.

—¿Por qué no te fuiste con Park? —. Cuestionó sin ganas. Al notar que el rubio no contestaba le hizo una ceña para que se sentara a su lado.

El menor, tímidamente, caminó hasta donde su jefe estaba y tomó asiento a su lado. Lo miró y pudo notar que el semblante de su mayor ya estaba un poco mas relajado; ya no parecía que golpearía a alguien solo porque si.

—No quise dejarlo solo, jefe Choi —. Sinceró el menor bajando la mirada. —No sé que fue lo que pasó dentro de la sala de juntas pero... espero que lo malo pase y usted este tranquilo —. Mencionó.

San abrió los ojos y suspiró mientras miraba fijamente un árbol grande y frondoso que estaba frente a él.

—No estamos en horas de trabajo así que... Solo dime San, Choi San, como sea, no importa —. Aclaró sin ganas.

Wooyoung abrió los ojos por la sorpresa y sonrió, el nombre de su jefe era realmente lindo. Sin embargo, a pesar de aquel detalle, no pudo evitar darse cuenta de que la voz del mayor estaba apagada, sin fuerzas, como si hablar le pesara bastante y se le dificultara abrir la boca. Era algo raro pero lo entendía, seguro un sentimiento triste le estaba sofocando.

Lo intenté // SanwooWhere stories live. Discover now