~•~•22•~•~

737 73 24
                                    

El teléfono de Park comenzó a sonar llegando a asustar al menor por lo que el pelinegro le susurró al oído un "no pasa nada" para intentar calmarlo, aunque bien sabía que era un poco imposible pues el rubio no dejaba de temblar para nada y se mantenía en la misma posición de hace unos minutos, a San no le molestaba pero las piernas le estaban empezando a doler cada vez más.

—San, Jaehyun dice que un tal Yeonjun llegó a la empresa...

—...¿Disculpa?...

—...El tal Yeonjun llegó a la empresa dando órdenes y diciendo que él era el nuevo jefe del lugar, incluso se atrevió a "despedir" a Song —. Explicó Park.

San rodó los ojos con frustración para luego dejar reposar su mentón sobre la cabeza del menor. Sinceramente no creyó que el problema se hiciera mas grande, no solo tenía que "pelear", por decirlo de alguna manera, con su padre, sino también con su loco hermano de cabello azul y el fantasma de Yeonjun, aunque no conocía a ese tipo, bien podía saber con facilidad que no era de fiar; mas que nada porque sabía que iba de parte de su "padre".

—Has lo que te dije, reserva el vuelo, no tenemos que esperar a que ese bastardo dé el primer paso —. Ordenó San con molestia y con el ceño fruncido.

—De acuerdo, lo reservaré para el medio día —. Aseguró Park antes de salir de la habitación y dejar solo al mayor con el joven.

—Wooyoung, mira me —. Dijo y el contrario hizo lo pedido.

Los ojos del joven estaban rojos de tanto llorar mientras que sus mejillas estaban teñidas de color carmesí y sorbía su nariz, aún sollozaba pero podía notar se que ya estaba un poco mas calmado. El rubio se sentía apenado por la manera en que había entrado y tocado a su mayor pero, era tanta su desesperación que fue lo mejor que se le ocurrió. Sintió aquella mirada penetrante tan fuerte de su jefe que lo único que pudo hacer fue bajar un poco la mirada y luego volver a ver los ojos negros de su mayor, éstos mostraban enojo, coraje, rabia, aquellas emociones y sentimientos muy negativos, eran bastantes que hasta le daba miedo observar al pelinegro sin sentirse intimidado. La mano del mayor se colocó sobre una de las mejillas del contrario para acunarla y limpiar con su pulgar los restos de lágrimas que aún quedaban en ella. La piel del menor era suave y tersa, era bonita.

—Jefe Ch-Choi...

—No dejaré que te pase nada, estaré contigo —. Aseguró San antes de que el rubio dijese algo más.

Wooyoung lo miró sin decir nada y luego sonrió levemente, su corazón latía con velocidad y chocaba contra su pecho, era algo lindo.

Su madre le había dicho que ayudara a su jefe con su actitud y él había estado de acuerdo pero ahora... No sabía que pensar, no sabía en qué ayudarle ya que podía darse cuenta de que el mayor tenía buenos sentimientos, y una sonrisa hermosa claro está.

—Usted... Usted es una buena persona, jefe Choi —. Sinceró.

—No lo soy, todos saben eso

—Ellos están equivocados, usted es genial, tiene un aura fuerte, sí, pero su corazón es tranquilo y cálido, la persona que esté a su lado será muy afortunada —. Aseguró con una sonrisa.

—No entiendo, ¿Qué quieres decir? —. San estaba un tanto confundido.

—Me refiero a que... —. Woo lo miró a los ojos. —Creo que... Usted me gusta, jefe Choi, pero... También creó que no soy el indicado para estar con usted y...

—Para mi lo eres —. Aseguró con un semblante tranquilo. —Te diré que... cuando mejore mi comportamiento y todo esté tranquilo, te haré mi pareja —. Sinceró.

Lo intenté // SanwooOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz