~•~•31•~•~

509 50 24
                                    

-¿Qué cosa? -. Cuestionó la mujer con seriedad. Aún no lograba procesar muy bien las palabras que su hijo le había dicho.

-Mamá...

-¿Entonces es cierto? -. Le interrumpió, el menor frunció el ceño al no saber de qué hablaba su progenitora.

-¿De qué hablas?

-Johnny me dijo que tu jefe te está cortejando, ¿Es eso cierto?

Eso le bastó para que su sangre hirviera por completo, eso era todo. Johnny podría ser su amigo, pero eso no le daba permiso a estar contando su vida privada a los demás, y mucho menos a su madre.

-Estoy cansado, y no me refiero a que tengo sueño -. Confesó el rubio con semblante triste. -Ya estoy cansado de todo esto. Hace tiempo, adoraba tener a Johnny a mi lado, pero ahora ya no; desde que llegó de nuevo a mi vida, no ha hecho otra cosa que entrometerse en ella, y eso me molesta -. Sinceró.

La mujer lo miró y negó, algo estaba mal, y mucho.

-¿Desde cuándo eres tan honesto con lo que sientes? Que yo recuerde, siempre te ha costado expresar tus emociones y sentimientos, ¿Qué te pasa?

-¿Desde cuándo, Johnny, se ha convertido en mi guardaespaldas? Ahora no hace más que seguirme e interrogarme, y reclamarme sobre lo que estoy haciendo bien, y lo que no -. Se quejó.

-Wooyoung...

-Madre, por favor, ¿Sabes el tiempo que llevo así? ¿Sabes cómo me siento? ¿Sabes acaso si mi mente se encuentra estable? -. Preguntó con voz apagada.

La mujer abrió los ojos con sorpresa, esas preguntas no eran para menos, y ella, más que nadie, lo sabía.

-¿Tuviste una recaída? -. Habló con preocupación.

-No, pero no significa que no pueda tener una, ¿Lo entiendes? -. Dijo y suspiró. -Lo que te dijo Johnny es cierto, mi jefe me está cortejando, ¿Y sabes qué más? -. Rió con ironía. -Él y yo, ya somos pareja -. Aclaró como si fuese lo más sencillo del mundo.

-Wooyoung...

-No lo sabes pero... mi jefe me gusta, y mucho -. Sinceró.

-Yo... iré a descansar, no me siento bien -. Su voz tenía aquel tono que al rubio no le gustaba; sonaba como si estuviese fatigada, y sin ganas de nada. Eso le hizo preocupar.

-Madre, ¿Estás bien?

-Si, lo estoy, no te preocupes -. Dijo, y a los pocos segundos, añadió: -Se ve que tu jefe es buen hombre, solo ten cuidado, ¿De acuerdo? -. Habló, refiriéndose a que fuese a esa cena y que no volviera tarde.

-Volveré temprano, duerme tranquila -. Pidió mientras le ayudaba a entrar a su habitación a paso lento.

Su progenitora cada vez estaba peor, las piernas le dolían casi todos los días, sin mencionar que comenzaba a agotarse a cada segundo. Wooyoung estaba bastante preocupado, tenía medio de lo que pudiese pasar.

Al momento en que se dió la vuelta para ir a su habitación, un brazo le detuvo antes de que pudiese dar un paso. Al mirar por sobre su hombro, se pudo dar cuenta de que la persona que le sujetaba, era nada más y nada menos que el más alto. Antes, o sea hace años atrás, el se quedaba quieto, observando los ojos del contrario mientras esperaba una respuesta a su acción, sin embargo, el tiempo pasa, y las cosas cambian. Apartó su brazo con molestia de aquel agarre y se quedó callado, no tenía ganas de entablar una conversación con su amigo.

Johnny, más sin embargo, estaba un poco triste, pero tenía que verse serio por fuera... ¿Por qué? Pues porque odiaba que le vieran en un estado vulnerable.

Lo intenté // SanwooWhere stories live. Discover now