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Su corazón latiendo rápido, mientras su respiración se volvía agitada. Escuchar aquellas palabras solo ocasionaban que se sintiera bastante nervioso, no era algo había visto antes.

-Madre... ¿Podrías parar? -. Pidió el rubio con un semblante que solo demostraba lo preocupado que estaba, al igual que nervioso, claro.

La mujer, que caminaba de un lado a otro, detuvo su andar para ver a su hijo y fulminarlo con la mirada, vaya que de verdad estaba molesta.

-Hijo, ¿Por qué no me avisaste que tu jefe vendría a la casa? -. Exclamó la mujer con tono de voz alto, algo que hizo que el menor se pusiera peor de lo que ya estaba.

-Madre, yo no sabía que él me acompañaría, además, no tengo como llamarte, mi celular se quedó sin crédito -. Confesó el rubio con semblante preocupado.

-¡Por dios, Wooyoung! ¡¿Me quieres ver la cara de estúpida?! Dios... -. Se quejó. -No puedo creer que pasé vergüenza -. Dijo mientras se sentaba en el sofá individual.

-Señora Jung, usted no sabía quién era ese tipo, así que no se sienta avergonzada -. Comentó el más alto con una sonrisa.

-¿Cómo no estarlo? Cielos

-No te preocupes madre, mi jefe no se molestó, él... no le tomó mucha importancia a eso -. Sinceró el menor con una sonrisa.

La mujer lo miró y luego negó, en verdad que estaba apenada por lo ocurrido hace una media hora. Johnny y Wooyoung la estaban tratando de convencer de que, lo que había hecho, no era algo malo. Cualquiera se podría haber confundido con aquella escena.

Minutos después, la Señora Jung subió a su habitación sin decir más, deseaba poder olvidar aquello, no, más bien, deseaba no haber dicho nada al respecto.

-¿Por qué?

-Porqué... ¿Qué? -. Dijo el menor, no entendía la pregunta que su amigo le había hecho.

-No te hagas, ¿Por qué ese tipejo vino de la nada? -. Interrogó.

-Yo tampoco sabía que venía, él decidió traerme a casa, eso es todo -. Respondió el rubio con simpleza.

Esas palabras no le convencían para nada al más alto. No se tragaba ese cuento.

-Wooyoung, estoy hablando en serio, no estoy jugando -. Aclaró Johnny.

Eso no le pareció al menor, no comprendía por qué su amigo se ponía en ese plan tan sobre protector.

-Johnny, ¿Qué te sucede? ¿Por qué me hablas así? -. Wooyoung se sentía mal, el mayor nunca le había cuestionado por nada, pero ahora lo estaba haciendo.

-Acaso... ¿Ya lo habían terminado cuando llegamos? -. Exclamó.

Eso le hizo sentir mal, el rubio sintió unas inmensas ganas de llorar en ese instante. El hecho de que su mejor amigo desconfiara de él, le lastimaba bastante. Bajó la mirada al suelo como buscando algo, su mente estaba teniendo un lío, estaba mal.

-¡¿Responde?! ¡¿Por qué te quedas callado?! ¡¿Tu boca está cansada?! ¡¿Le hiciste una...?!

-¡No eres mi esposo! ¡No eres nada! ¡No eres mi madre! ¡¿Por qué tengo que darte explicaciones a TI?! -. Contestó Wooyoung de mala gana.

Nunca había hecho algo así, siempre se calmaba y arreglaba las cosas, pero, por alguna extraña razón, explotó de la nada, al mayor le sorprendió que el menor le dijera algo como eso.

-Young, yo...

-¡Callate! No puedo creer que estés desconfiando de mi palabra -. Pronunció, su ceño estaba fruncido. -Pero te diré algo, claro que quiero hacerle eso que ustedes pensaron, seguro será fantástico -. Confesó con un semblante burlón y sonrisa ladina.

Lo intenté // SanwooWhere stories live. Discover now