Epilogo (+18)

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La dulce luna de miel que terminó siendo salada.


PAOLA ESTALONE.


Maldita sea con las malditas lunas de miel y esposos malditos.

¡¿A quién se le ocurría no ir a su luna de miel?! Pues a nada más ni a nada menos que a mi esposo. Apenas llevábamos unas horas de casados y ya quería divorciarme.

Bueno, tampoco así, es decir, él era el amor de mi vida.

Pero aquí estaba, intentando pasar mi enfado tomándome una cocada completamente sola sentada en el taburete del mini bar con la vista a la piscina del hotel en Miami, solo observaba a las personas divertirse y chapotearse agua entre sí mientras yo mantenía mi cara de culo.

Joder, me hacía mucha falta Ramson, quería que estuviera aquí acompañándome y a la vez quería que estuviera aquí para golpearlo por su idiotez.

Me explico, porque de seguro que nadie lograba comprender mi enfado y es que incluso yo tampoco lo entendía del todo porque toda la situación fue absurda; al salir de la celebración de la boda los padres de Ramson nos llevaron al aeropuerto para despedirnos en nuestro viaje, el vuelo tardaba 6 horas por lo que teníamos previsto llegar a primera hora de la mañana al hotel, todo estaba minuciosamente planeado, pero apenas abordamos el avión Ramson se devolvió a dentro del aeropuerto gritándome a lo lejos que no tardaría, que se le había olvidado algo importante.

Me quedé tranquila como una estúpida en el asiento confiando en que iba a regresar.

Y no volvió.

Estuve a punto de bajarme muchas veces del avión al ver que se estaba tardando demasiado, estaba hecha una furia pero no me dejaron porque ya habían cerrado la puerta y tuve que viajar sola, apenas llegué me comuniqué con él y me dijo que lo sentía muchísimo que lo que fue a buscar se le había quedado en casa y que tuvo que ir a buscarlo, que tomaría el siguiente vuelo; el siguiente vuelo salía 4 horas después del mío, así que aquí estaba, en el hotel en mi luna de miel sin mi esposo.

No sabía qué me molestaba más, el hecho de que todo lo que me había imaginado ya no fuera posible o el hecho de estar sola, creo que más que todo me molestaba que no pudiera cumplir mi fantasía, él había prometido que cuando llegáramos al hotel me cargaría en brazos como los recién casados que éramos y traspasaríamos la puerta de la habitación directo a la cama para follar.

Sí, definitivamente eso era lo que más me molestaba, haber aguantado todo un año de relación con él sin follar, no porque yo no quisiera, si no por él; él decía que quería hacer las cosas bien, casarnos, usar el tiempo que teníamos para conocernos, adaptarnos y planear la boda, no tuve más opción que aceptar su dulzura, pero tenía exactamente 4 años sin follar desde que terminé toda relación con mi ex por Ramson y guardábamos castidad; a este punto ya sentía que había vuelto a ser virgen.

Bien, de igual forma, sabía que el sexo no era tan increíble como lo describí en mis historias fantasiosas... pero con una persona por la que había aguardado tanto sí me parecía increíble, tal vez porque cuando estaba con Alfredo no tenía esa intensidad que me pasaba con Ramson; tal vez por eso tenía curiosidad, cada vez que estaba junto a él sentía que todo mi cuerpo vibraba y tantas cosas que hablábamos de sexo me encendían.

Realmente me moría por estar con él y hacer lo que escribí en mis libros algo real.

Joder, toda la boda me la pasé pensando en cómo sería estar por fin con él y ahora solo quedaba la espera; nunca fui muy paciente, tal vez mis expectativas estaban muy altas, no debía esperar tanto para no decepcionarme, aunque...

¡Él se metió a mi Wattpad! (Libro 1y2) [Completo]Where stories live. Discover now