19. Infiel

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MARATON, FINAL DE TEMPORADA :D

Capítulo 19: Infiel


PAOLA STALONE


Me aparté con brusquedad dando un paso atrás, fue un beso, apenas un toque, pero con otra persona que no era mi esposo.

«Engañaste a Ramson, Paola».

«Eres una infiel».

—Pero ¿qué hiciste? —le reclamé como si hubiera sido solo su culpa— ¡Tienes novia!

Él soltó un ligero bufido burlón.

—Tú estás casada. —dijo.

Relamí mis labios dando otro paso atrás.

Esto... estaba tan mal y a la vez se sintió tan bien, la venganza, la agria venganza; porque ahora me sentía terrible.

No pude volver a mirar a Maximillon, solo lo esquivé y volví a la fiesta sintiéndome terrible por lo que había hecho y me escabullí entre las personas hasta la cocina, tomando un vaso con jugo y alcohol, bebí, y luego volví a beber, y es que no solo me afectaba lo que había pasado con Maximillon, sino todo el contexto; el hecho de que fuera a divorciarme cuando seguía enamorada del amor de mi vida.

«Eres un completo caos, Paola».

Bebí más.

—Hey ¿estas bien? —Dijo Alfredo tocándome el hombro, me voltee hacia él, recién me daba cuenta de que la bebida me estaba haciendo efecto, estaba mareada pero extrañamente ligera, como si nada más importara.

—Sí —dije sintiendo mi lengua pesada—, es que realmente me siento mal, debo irme.

Creo que apenas se entendía lo que decía, quería llorar al pensar en lo que quería olvidar.

—Déjame llevarte —dijo Alfredo parecía ligeramente preocupado.

—No —dije frunciendo los labios—, es tu cumpleaños.

Odiaría arruinarle la fiesta.

Él pareció recordar que la fiesta era suya y luego me volvió a mirar diciendo:

—Déjame pedirte un taxi.

No, ya nosotros no éramos nada, yo fui una terrible persona con él, no merecía que me cuidara, además me daba cierto sentimiento de tristeza de que se siguiera preocupando por mí aun después de que elegí a otra persona.

—Alfredo —negué con la cabeza—, puedo cuidarme sola.

Lo rodeé y salí de la cocina yendo a mi auto, sí, conducir borracha no estaba en mis mejores ideas, pero no coordinaba nada... solo existía.

Me detuve a un costado de la calle al sentir el vómito subir por mi garganta, abrí la puerta y vomité sintiendo que era el peor momento de mi vida; que nunca más tomaría en mi vida.

Je, bueno, eso decían los borrachos.

Cuando terminé de vomitar, limpié un costado de mi boca y alcé la vista, joder no podía ser cierto, era mi casa.

Bueno, ya que estaba aquí, de seguro Ramson no estaba.

Me bajé de mi auto y cerré la puerta yendo hacia mi casa, saqué las llaves y entré, enseguida la luz se encendió y entrecerré los ojos.

—Apaga la luz, joder —susurré acoplándome a la luz, fui directo al baño a lavarme la boca con enjuague bucal.

—Fea —escuché que dijo Ramson llamándome, parecía sorprendido de verme aquí en horas de la madrugada.

Fea.

Tenía mucho tiempo sin escucharlo llamarme así.

Me lavé la cara mirándome en el espejo y vi por el reflejo a Ramson, ahora que lo detallaba notaba que tenía solo unos cortos pantalones colgando de sus caderas dejando su deslumbrante torso al descubierto, su cara confundida y de recién despierto me parecía muy linda.

«¿Cuándo te ha aparecido feo Ramson?»

Nunca.

Nunca me había parecido feo.

Me volteé sintiendo mis ojos cristalizarse y me acerqué señalándolo con un dedo.

—Jugaste con mis sentimientos —dije—, ¿por qué me Rompiste el corazón?

—¿Estás borracha? —dijo, sus ojos verdes analizando mi rostro.

Solté un bufido burlón tocando su pecho con mi dedo mientras decía:

—Yo estoy como me da la gana y estoy buenísima, más que esa puta con la que me engañas.

Él me miró fijamente, aun mi lengua se enredaba.

No me culpen, no coordinaba mis palabras ni las pensaba bien.

—Jamás te engañé con ella —soltó.

—Mentiroso —repliqué, no iba a creerle, él tomó mi mano en su pecho dando un paso hacia mí acortando la distancia, todo mi cuerpo se calentó en cuestión de segundos como siempre lograba hacer, sus ojos fijos en los míos.

Malditas hormonas que solo me hacían querer saltarle encima.

—No me llames eso —dijo Ramson—, tú me conoces, sabes bien que yo...

—Eres mentiroso —le grité interrumpiéndolo— ¡mentiroso!

Él me sostuvo ahora las dos manos y me empujó presionando mi espalda contra la puerta, acorralándome contra su cuerpo, su proximidad hizo que se me olvidara respirar.

Definitivamente en este punto, sentía que mi cerebro se había desconectado, ahora era solo sensaciones con el hombre que me enloquecía en todos los sentidos.

—Dímelo una vez más... —susurró— dime que soy un mentiroso.

Alcé la barbilla para hacerle frente, fingiendo que no me intimidaba y murmuré:

—Menti...

Me interrumpió pegando sus labios a los míos en un beso completamente desesperado, su lengua se abrió paso, nuestras respiraciones siendo un completo caos, sentía que el deseo dominaba mi cuerpo, solo quería devorarlo entero, todo mi cuerpo en llamas, le salté encima y él me sujetó del trasero para sostenerme pegándose más a mí, podía sentir la erección de su pantalón presionarme.

Necesitaba estar con él, necesitaba que me hiciera suya.

Me quité la camisa y su boca fue directamente a mis pechos, gemí sintiendo todo mi cuerpo estremecerse, amaba que supiera exactamente donde tocarme, cuando volvió a besar mi cuello y subió mi falda y una de sus manos se escabulló a mi entrepierna tocando directamente mi feminidad.

—Siempre estas húmeda para mí —susurró, gemí como única respuesta cuando ahora fueron sus dedos los que comenzaron a probar el espacio entrando y saliendo de mí, el calor me invadió por completo cuando mis piernas se estremecieron y no tardé mucho en tocar mi primer orgasmo.

—Ah... —susurré sintiendo que flotaba en las nubes.

—Así me gusta —susurró Ramson sobre mis labios antes de sacar su miembro y acomodarse en mi entrada, me aferré de sus hombros cuando me embistió por completo, llenándome y saliendo de mí, cada vez más rápido, cada vez más fuerte.

—Nadie va a ser tan bueno como yo —dijo Ramson.

—No —murmuré, porque era la verdad.

Sentí mis piernas contraerse y entonces el calor me invadió por completo junto con un fuerte cosquilleo cuando toqué mi segundo orgasmo y entonces él llegó también con un fuerte gemido varonil que tanto extrañaba.

No me había dado cuenta de lo mucho que extrañaba estar con él hasta ahora.

—Joder que rico —susurré bajándome y así como estaba, únicamente vestida con mi falda fui directo a la cama, acostándome boca abajo y me quedé completamente dormida.

¡Él se metió a mi Wattpad! (Libro 1y2) [Completo]Where stories live. Discover now