¡Él se metió a mi Wattpad! (Libro 1y2) [Completo]

Capítulo 9: "Afedo, camate po favo"

★†★

—Ya déjalo ¿sí? —Dije rodando los ojos— pareces celoso.

Estaba ya harta de Ramson...

Por favor... ¿A quién quería mentirle? No dejaba de pensar en él.

Arranqué otra hebra de mi cabello, joder, a este ritmo me quedaría calva.

Alfredo tomó mi mano y me miró fijamente, fruncí el ceño, no había visto nunca esa mirada, ni esa expresión, parecía más serio de lo usual.

—¿Qué haces Afedo? —Murmuré un poco incomoda.

—¿Y qué tal si lo estoy? —Dijo—, ¿Qué tal si no soy completamente gay?

Abrí la boca un poco sin entender lo que quería decirme o más bien, sin querer entender lo que quería decirme, pero entró el profesor y tuvimos que acomodarnos en los asientos.

A la mitad de la clase, mi teléfono vibró en mi mano, cuando lo asomé debajo de la mesa para que el profesor no me viera, me di cuenta que era el mismo número desconocido, preferí no contestar, ya esto me parecía extraño, ¿y si era Ramson? Era una posibilidad, tal vez intentaba llamarme para que nos fuéramos juntos, le preguntaría después.

Así tendría una excusa para hablarle.

¡No pensarías en él!

Arranqué otra hebra de mi cabello y la dejé caer al suelo.

Cuando la clase terminó, casi corrí intentando llegar al baño antes de que Alfredo me atrapara a la salida y siguiera la rara conversación, pero me sobresalté cuando lo vi de hecho esperándome con los brazos cruzados en la puerta del baño de mujeres, su mirada completamente suspicaz.

Joder.

—¿Cómo es que llegaste más rápido que yo? —dije incrédula.

—Te conozco lo suficiente —dijo acercándose a mí—, sé que cuando quieres evitar un tema, solo corres y vas al baño.

Oh mija, eres tan predecible.

Me crucé de brazos y negué con la cabeza.

—Es que debo hacer el proyecto de química, estoy con Stefani...

Alfredo me tomó de los hombros, quería soltarme, quería correr, él era mi mejor amigo, ya me sabía la historia por favor, leía muchas historias de wattpad, conocía el cliché.

Pero la diferencia era que a mí nunca me gustó Alfredo.

—Desde hace muchos años siento esto por ti —dijo—, me gustas mucho Paola.

No, no, no ¡CÁLLATE!

Sus ojos grises parecieron iluminarse y sus mejillas se sonrojaron un poco. Alfredo era muy observador, un poco serio, siempre directo en expresar sus sentimientos, nada parecido a mí, tal vez por eso éramos tan buenos amigos.

Solo amigos.

— ¡Dijiste que eras gay! —dije pero pareció como una acusación.

Alfredo pareció avergonzado y negó con la cabeza.

—Dije que me sentía atraído por un hombre —refutó—, no que fuera gay, tal vez soy bisexual.

Abrí la boca sin poder encontrar qué responderle, este era el momento más incómodo de mi vida.

No arruines esto.

—Pero tú has dormido en mi casa, yo he dormido en tu casa —dije—. Es imposible que sientas esto por mí.

Incluso lo había visto en ropa interior, ¡compartíamos la cama! me sentía engañada, creí que era gay todo este tiempo.

—¿Imposible? Imposible es no sentir lo que siento por ti. —dijo acariciando mi mejilla, pero yo me alejé de su toque completamente conmocionada, él frunció el ceño pareciendo herido— Claro, tú solo tienes ojos para el hijo de puta de Ramson...

Su voz comenzó a aumentar, varios estudiantes que pasaban nos veían sin disimulo, éramos mejores amigos desde siempre, desde que empezamos el instituto y accidentalmente le eché mi jugo encima, desde ahí fuimos inseparables.

Tenía a mi otra amiga Stefani, pero ella no era tan cercana como él, no quería perderlo.

—¡Él no te entiende como lo hago yo! —Continuó—, ¡él no ha estado para ti como lo he estado yo!

Casi giré los ojos por todo el drama que él estaba formando.

Me parecía increíble que él decidiera declararse cuando Ramson por fin me había hablado.

—Afedo camate po favo —dije imitando a un bebé, eso siempre lo hacía reir, pero esta vez, frunció el ceño y pareció molestarse.

—Es imposible tener una conversación seria contigo.

Soltó un gruñido y comenzó a caminar como alma que lleva el demonio por el pasillo.

Mierda.

—¡Afedo! —grité comenzando a ir detrás de él, sin embargo me encontré a Stefani en el camino y me privó el paso diciéndome que debíamos ir a la biblioteca a terminar el estúpido proyecto de química.

Mierda, ahora no sabía cómo recuperar a Alfredo, lo quería como mi hermano, nunca lo había visto con otros ojos, pero era indudablemente muy importante para mí, no quería perderlo.

Le conté a Stefani lo que había ocurrido, éramos buenas amigas nos contábamos casi todo, aunque no tan cercanas porque Alfredo y ella no se llevaban bien, me aconsejó que debía dejarlo respirar, que se calmara, y luego hablar como dos personas civilizadas.

Supongo que era lo correcto.

Cuando nos dirigíamos hacia la biblioteca vi a Ramson con su grupo de amigos, él  cruzó una mirada conmigo y le hice un gesto, pero él no reaccionó, me parecía extraño que desde esta mañana no me dirigiera la palabra después de que ayer prácticamente nos la pasamos juntos.

—Espera Tefi, voy en un momento, tengo que hacer algo —le dije a Stefani para que ella fuera buscando los libros en la biblioteca.

No entendía por qué Ramson me ignoraba adrede, así que me acerqué a él, cuando estuve lo suficientemente cerca, sus amigotes me observaron y guardaron silencio.

Ouh, tal vez no debí acercarme.

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