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Andrea.

—Andrea está el Diego abajo —me aviso mi mamá.

Asentí media adormilada.

No dormí ni una wea, hice el medio operativo anoche tratando de saber algo de la Natalia con su mamá, quede terrible cachua weon.

—Andrea despierta —me zamarreo.

—Tengo sueño —me tape hasta la cabeza.

—¿Hasta qué hora te quedaste despierta anoche?

Bostecé y me encogí de hombros. ¿Que chucha hace el Diego aquí tan temprano?

—Andrea lo voy a hacer subir si no te levantai ahora —me destapo.

—¿Y para que viene tan temprano? Tengo sueño po —abrace mi almohada.

—No se si te acuerdas que íbamos a salir y yo te pasaría a buscar —hablo una voz masculina, el Diego.

¡Mierda!

—Se me olvidó —dije sentándome en la cama—Deja.. deja vestirme rápido.

Mi mamá se llevó al Diego y yo trate de reaccionar, agarre unos pantalones cafes que me quedan medios sueltos, unas convers negras y una polera negra, igual saque un poleron porque soy más friolenta que la chucha, corrí al baño y me metí a la tina para lavarme solo el cuerpo, el pelo me lo lave anoche. Me pinté un poco y luego salí casi corriendo de mi pieza.

El Diego está tomándose un té.

—Perdón, perdón, perdón —dije llegando a su lado y lo abrace.

—No te preocupes —se rio—Pero ya hay que irnos porque vamos muy atrasados.

Se paró de la mesa y fue a dejar la taza a la cocina, mi mamá apareció a buscar la mamadera de la Laura, si, toma leche en mamadera aún.

—Tia ya nos vamos —le dijo el Diego.

—Pásenla bien y cuídense —dijo mi mamá.

Me despedí de ella y luego salimos de la casa, nos subimos al auto rápido y este aceleró.

Lo fui mirando por un buen rato hasta que mis ojos nuevamente comenzaron a cerrarse, sentí como el Diego paró el auto y me puso el cinturón de seguridad, también me tapo con una manta.

—Te vei preciosa durmiendo —beso mi frente y luego comenzó a manejar de nuevo.

Culiao tierno.

🛸

—¿Me estai webiando? —mire el sendero qué hay que subir.

Yo no puedo subir esa wea..

—¿Mi mamá sabia que teníamos que subir esto? Yo no.. no quiero Diego —negué y me iba a devolver al auto pero me agarro del brazo.

—Los cabros nos están esperando arriba..

—No quiero ir, debiste decirme que vendríamos aquí —me subí al auto y suspire.

El paisaje es hermoso, se debe ver mas hermoso desde el sendero qué hay que subir pero weon me iré a la chucha si subo esa wea.

Me encantaría subirlo pero no puedo, seguramente a los cinco minutos ya me tengan que llevar al hospital.

—Pensé que te iba a gustar —dijo el Diego medio desanimado y suspiro.

Lo mire, esta mirando el manubrio.

—No, si me gustó —agarre su brazo y le sonreí—Es solo que.. que me da miedo que me pase eso otra vez y tenga que ir al hospital.

Asintió y encendió el auto.

En otra vida                                        Donde viven las historias. Descúbrelo ahora