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Son las siete cuarenta y me baje del auto de mi.. ¿abuela?, weon no se como asimilar todo esto. La mire y esta me sonrió.

No quiero estar presente en esa once weon, yo quiero estar con los cabros riéndome.

Entre a la casa y vi a mi mamá, está nerviosa, mi papá apareció con la Laura en brazos.

—¿Van a salir? —pregunté.

—Si, tú vienes con nos.. —gritaron afuera y a mi mamá le empezaron a temblar las manos—Debe ser un testigo de Jehova así que quedémonos callados —dijo mi papá.

—O tal vez es mi abuela.. —susurré.

—¿Que? —preguntó mi mamá.

—Había una señora que me empezó a hablar y un día me invitó a comer a su restaurante, la señora me empezó a contar que nunca la dejaron conocer a su nieta y me dio pena, la cosa es que hoy te llamo y yo estaba con ella..

—No, no, mierda —bufo.

—¿Entonces es verdad?

—Depende de la wea que dijo, no le creas mucho que es terrible manipuladora —dijo mi papá y dejó a la Laura en el suelo para que fuera a jugar—Supongo que tendré que ir a abrirle a mi suegrita.

Mi papá salió y yo me acerqué a mi mamá, esta me agarro del brazo y suspiró.

—Deberias haberme dicho que te juntabas con alguien desconocido —susurró.

—No quiero estar aquí, ¿Me puedo ir a mi pieza?

Me miró con el ceño fruncido.

—¿Y no quieres estar en esta desagradable conversación? Digo, es tu abuela después de todo —suspiró.

Mi papá entró seguida de ella, esta viene con el pastel que pasamos a buscar al restaurante hace un rato.

—Hola, hace tiempo que no venia a esta casa —sonrió.

Hubo un silencio incómodo.

—Yo pondré la mesa —dije caminando hacia la cocina, que incómoda esta wea.

Saqué las tazas, platos, cucharitas y las otras weas para ponerlas en la mesa, mis papás no dicen nada, nadie dice nada. Fui a buscar el hervidor para servir agua y sentarme.

—Entonces.. ¿Como han estado? —preguntó.

—Bien —respondieron mis papás al unísono.

—No, le preguntaba a la Andrea y a mi hija, no a ti —le dijo a mi papá.

No, paren todo, ¿Que wea le pasa con mi papá?

—Si te incómoda la presencia de mi papá te puedes ir, no voy a dejar que lo trates así —dije enojada.

—Ya escuchó —dijo burlón mi papá.

La señora rodó los ojos.

—No se a que vienes, no lo entiendo, ya te las ingeniaste para acercarte a ella, ¿Tenías que venir? —mi mamá sonó frustrada.

—A decirle que toda su vida le han mentido y que por tú culpa —apuntó a mi mamá con su dedo índice—Esta enferma.

Fruncí el ceño.

—¿Como que por tu culpa?

—Tú mamá se embarazó de este pastel que vez aquí.. —la interrumpí.

—Se llama Sebastián y es mi papá —la mire mal.

—Sisi, en fin, esa guagua tu mamá la perdió y le dijeron que si se embarazaba otra vez, el bebé podría t.. —ahora mi mamá la interrumpió.

—Andate, no quiero que vuelvas a aparecerte por aquí, sal de mi casa —mi mamá se paró y apunto la puerta.

—El bebé iba a nacer enfermo, pero son tan egoístas que solo querían un hijo y te tuvieron a ti a pesar de que sabrían de que iba a estar enfermo.

—¡No, no fue así! —mi papá alzó la voz.

—¿Que te costó quedarte con el Simón? ¿Por qué tuviste que quedarte con el peor? —bufó.

Trague grueso.

—Sale o voy a sacarte yo misma.

—Mami —habló la Laura, mi.. esa señora la miró con el ceño fruncido—¿Quien es ella?

—Y trajeron a otra niña a sufrir, que inconscientes son —negó la señora—¿Que enfermedad tiene ella?

Me aburrió weon, ella no vino a conversar, ella vino a hacer sentir mal a mis papás y de paso a mi.

Me paré y la agarré del brazo, camine con ella hasta la salida, ignore sus quejidos, ignore a mis papás, solo quiero que se vaya.

Abri el portón y vi al Diego que justo iba a golpear el portón, ni siquiera lo saludé.

—Andate y no te aparezcas más, ya los hiciste sentir mal, ahora ándate a tu barrio culiao cuico —la mire con odio.

—Pero Andrea, ¿Te das cuenta que por culpa de ellos tú estás en.. —la interrumpí.

—¡Que te vayas por la mierda!

¿Eso quería? ¿Quería que yo odiará a mis papás por lo que acaba de decir? ¿Es en serio?

Mire al Diego y este entro para ganarse a mi lado.

—No me digas que este es tu pololo por favor, no tú, tienes que ser más inteligente—suspiro frustrada.

—¿Perdón? ¿Que wea está tratando de decir? —dijo ofendido el Diego.

—Que eres un flaite igual que el Sebastián y no estás a la altura de mi nieta —se cruzó de brazos.

El Diego soltó una carcajada.

—Oh que son weones estos cuicos culiaos, como ellos se meten entre primos —pasó su brazo por mi espalda—¿Vamos mi amor? Podríamos ir a hacer vandalismo por ahí, ¿Te tinca? —rozó su nariz en mi mejilla.

Su cara de enojo es olímpica weon.

—Podría ser un restaurante.. —dije para enojarla más.

—Bueno señora, tenemos que hacer cosas de flaites picantes, rotos y todos los insultos que ustedes dicen, chao que le vaya bien —cerró la puerta y se rio.

Unos murmullos se escucharon y luego una puerta de un auto. Mire al Diego que está cagado de la risa.

—¿Por qué tan triste mi niña? —hizo un puchero.

—La cagué, nunca debí dejar que esa señora viniera —solloce.

Mis papás salieron y nos quedaron mirando.

—¿Ya se fue? —preguntó mi mamá.

—Si, y más enojada que la chucha —se rió el Diego—¿Quien era?

Mis papás me miraron.

—Nadie —respondí.

—¿Por qué enojada? —preguntó mi mamá.

—Porque el Diego empezó a webiarla con que iríamos a hacer vandalismo y yo dije que a su restaurante —me reí.

—¿Y yo puedo ir o es sólo entre pololos? —preguntó mi papá.

—Obvio que si po tío, su vandalismo familiar —chocaron sus manos.

Nos entramos a la casa y gracias al Diego y las weas que habla hasta se nos olvidó el mal rato.

🛸

hola chiques <3
bueno para los que leyeron "me gusta ese flaite po" se les hará más fácil entender este cap mdbdndnd, bueno eso, xao🤍

En otra vida                                        Место, где живут истории. Откройте их для себя