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Andrea.

Me senté en el pasto a unos metros de donde siempre nos ganábamos con los cabros, en el árbol ahora solo está el Javier con el Jaime.

Estoy segura que también están metidos esos dos weones. Me paré y camine hacia ellos.

—¿Ustedes igual estuvieron ese día? —pregunté sin rodeos.

—No —contestó el Javier.

En cambio el Jaime no respondió nada e incluso se puso nervioso.

—Estamos los tres metidos, yo no tenía ni idea que esa era tu casa —hablo el Jaime después de unos segundos que lo estuve mirando seriamente—No le digas a la Ale porfa.

—Yo no le dire nada, tú se lo vas a decir. No voy a dejar que le vean la cara de weona igual como.. como.. solo dile la wea, merece saber la clase de persona con la que está.

El Javier se rió.

—Le poni color oh, eri igual de dramática que el otro culiao, parece aweonao encerrado en su pieza llorando porque lo pateaste —rodó los ojos.

Trate de ignorar lo que dijo sobre el Diego.

—Vo vas a quedar llorando cuando le cuenta a mi tío que ya se quienes se robaron el auto y te metan preso weon, vamos a ver si te seguí riendo —solté una risa nasal.

Se paró del pasto y me agarro del brazo.

—¿Tu creí que me van a pillar esos pacos culiaos? —se rió—No seas ingenua, me los paso por donde quiero a esos weones.

—Entonces no teni de que preocuparte po, ¿Verdad?

El Jaime se paró y alejó al Javier de mi, no se porque, pero le dijo que se calmara.

—Si deci alguna wea no me vas a perjudicar a mi, Andrea —sonrío—Porque al primer weon que van a pillar va a ser al Diego, así que mejor no hagai weas y cierra el hocico.

Y si, estoy entre la espada y la pared. No he dicho nada solo por el Diego y el Jaime, el Javier me importa un pico.

—Le voy a contar a la Ale —me dijo el Jaime—Me va a mandar a la mierda, pero creo que tienes razón, merece saber la clase de persona con la que está —suspiró.

Asentí y me di media vuelta para comenzar a caminar a mi casa, cruce casi toda la plaza y miré por unos segundos en donde están batallando, con la esperanza de ver al Diego como la primera vez que lo vi, pero no esta. Suspiré y pase por él skatepark en donde esta el Juan con el Vicho, me quedaron mirando por unos segundos, yo solo los miré mal y seguí mi camino.

Una vez que llegue a mi casa vi el portón de mi casa abierto, si digo que no estoy asustada estaría mintiendo.

—¡No! —escuche un grito de la Laura y no me importó nada, solo entre a buscarla.

Pero solo vi un montón de cajas y a mi mamá guardando los juguetes de la Laura.

—Hay que guardarlos po, ¿Quieres llevártelos o no?

—Pero no, los vas a botar, mentirosa —dijo con los ojos llenos de lágrimas.

Mi mamá se rió y la atrajo hacia ella—. Yo no miento, pero ahora hay que guardar todo para poder irnos.

¿Irnos?

—Mamá, ¿Que onda?

Me miró y se paró del piso para caminar hacia mi.

—Tú papá.. bueno los dos decidimos que es mejor irnos, lo teníamos pensando hace rato y ahora con el portonazo ya nos decidimos, se que este es tu último año, que tienes a tus amigos aquí y al Diego.. pero no queremos que vuelvan a pasar por algo así —me tocó el hombro.

—¿Y a donde nos vamos?

—Más al sur, es una ciud..

—¡¿Mi play donde esta?! —los gritos de mi papá interrumpieron a mi mamá.

—Ay señor, está igual que la Laura —mi mamá se sobo la sien y yo me cague de la risa—Weon no te rías, mejor ayúdame que tú papá me va a webiar todo el rato por la play que ni me acuerdo en qué caja la dejé.

Solté una risa nasal y me fui a mi pieza, creo que.. tengo que guardar mis cosas para irnos. Si, irnos.

Creo que ya es definitivo que nunca más lo volveré a ver, tenia la esperanza de verlo por mera coincidencia o tal vez porque me robe el celular en la micro, no se.

En otra vida                                        Where stories live. Discover now