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Bajo mi cuidado

Dentro del auto plateado estaba una muy nerviosa chica mirando la enorme puerta del edificio que tenía en frente, se notaba que era una universidad privada debido a los pequeños pero notables lujos a su alrededor.

—Aquí tengo lo que me pediste ¿segura que no te reconocerán?

—No soy tan famosa Eda - reprochó aun con los nervios de punta, recibiendo lo que había pedido -

Un beanie rojo y unos anteojos redondos, su cabello corto hasta los hombros estaba suelto y muy bien peinado, se puso el gorro y los lentes, respiró hondo antes de soltar la bocanada de aire y abrió la puerta nerviosa.

—Espera, espera - detuvo su representante. Sacó una cámara de uno de los gabinetes del auto y tomó una foto a la muy nerviosa chica. — listo, esto es para Camila - sonrió -

Dile a mi mami que si muero aquí, me entierre con mis cómics - rió -

—Deja el drama y entra Luz.

Asintió, se alejó del auto que no demoró en arrancar e irse dejándola en medio camino hacia la lejana entrada.

—Tu debes ser Luz Noceda - se acercó un hombre de aparente avanzada edad. — soy el rector Hieronymus Bump - se presentó. —bienvenida a Hexide. Seré tu guía por el momento.

Caminaron a vista de los universitarios que recogían sus cosas en los casilleros rojizos, con intriga y curiosidad, observaba varios puntos del lugar, los pasillos, un tanto aglomerados pero limpios, hasta ahora no había visto que alguno de los chicos y chicas que los rodeaban, la miraban de más suponiendo que fuera de la debutante cantante.

—Tome asiento por favor - dijo al abrirle la puerta de su oficina -

La oficina no era grande pero estaba muy bien ordenada, en el escritorio había una placa dorada con el nombre del hombre frente a ella que observaba unos papeles.

—Bien señorita Noceda, tengo entendido que no puede decir que carrera tomar - miró fijamente -

La morena trago saliva y asintió sintiéndose apenada ante ese hecho, muchos chicos de su edad ya sabían que estudiar mientras que ella sólo se había enfocado en la música y las clases que le brindaba uno de los amigos de su madre en casa.

—Bien, empecemos.

Caminando con el celular en mano, los auriculares puestos y una sonrisa ladina en su rostro, cruzó la puerta principal de la universidad sintiéndose más viva que nunca

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Caminando con el celular en mano, los auriculares puestos y una sonrisa ladina en su rostro, cruzó la puerta principal de la universidad sintiéndose más viva que nunca. Tenía clase en diez minutos por lo que iba directo a su casillero escuchando la música de la cantante de la noche anterior.

Los vídeos de Internet sobre ellas era fascinantes y se dispuso a escuchar las pocas canciones que la chica de piel canela había mostrado en los pocos conciertos que tuvo desde su debut.

—Que tal Amity - saludó -

Skara - sonrió. — ¿te has caído de la cama o yo he llegado tarde? - soltó una pequeña risa -

—Pero que graciosa. - rodó los ojos a punto de reír.

Caminando hacia las escaleras, Amity informó a su amiga, la brillante noche que había tenido en su cumpleaños, aunque al principio la peligros no le llegaba a creer que su amargada amiga había decidido ir y quedarse hasta al final en un concierto.

—¿Lux Ángel? - preguntó. Vaya que le sonaba el nombre. — he escuchado ese nombre un par de veces - levantó los hombros -

—Tienes que escucharla, en verdad su voz es brillante.

—Vaya, pero quien eres y que le hiciste a Amity Blight - dijo con sorna -

Ugh idiota - soltó malhumorada y subió las escaleras con más rapidez -

Al llegar al cuarto piso, luego de varios y largos escalones, la ojiambar esperó a su amiga impaciente, odiaba tener que mostrar como verdaderamente se sentía y por ello mantenía su fallada de chica ruda, amargada, “¿porqué creí que sería buena idea hablar de ella?” se preguntó moviendo el pie arriba y abajo con rapidez.

—Señorita Blight, justo a tiempo - la voz del rector la hizo casi saltar en su lugar mientras Skara ya subía el último escalón -

—B-Buen día señor. - respondió volteando con lentitud -

Al lado del hombre, con un beanie y lentes de montura redonda y negra, había una chica de tez canela, ojos saltones color avellana y cabello corto hasta los hombros, que sostenía con nerviosismo las tiras de su mochila.

—Ya que la otra vez causó un incidente no apropiado en mi edificio...

—Creí...que no me castigaría - interrumpió sin pena -

—Bueno no es difícil lo que le pediré, solo quiero que me haga el favor que guíe a la señorita Noceda hacia el casillero dos, tres, uno. - indicó -

La ojiambar miró de pies a cabeza a la recién ingresada, le parecía un tanto...conocida, pero si solo tenía que guiarla al lejano casillero, entonces no habría problema, sería rápido y silencioso.

—Esta bien - aceptó. Sería lo más rápido para no perderse la clase -

—Estupendo, la dejo bajo su cuidado, resuelva cualquier duda de la nueva, gracias. - se alejó de las jóvenes -

Ugh, genial - pensó. Dio la vuelta acercándose a las próximas escaleras. adelantate Skar - dijo Blight. Pero cuando volteo, su amiga estaba embobada viendo a la de anteojos. hey chica nueva, camina - pidió de la manera más amable que podía -

Dicho eso, con torpeza se acercó a Amity subiendo detrás de ella.

—Será una larga mañana - suspiró Blight pensante -

A través de una luz - Lumity AuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora