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Es ahora o nunca

Su turno estaba a punto de acabar, la tarde no había sido tan concurrente en la cafetería y solo podía pensar en que debería hacer luego de que acabara su hora de trabajo, sus hermanos no estarían en casa debido a que sus clases ya habían comenzado mientras que ella aún disfrutaba de unas semanas más.

Con su celular a la mano, entró a ver vídeos de los recientes conciertos de la morena a la cual no pudo ver por falta de dinero, aún no había recibido la paga y sus padres ya le habían advertido sobre malgastar el dinero, pues sus hermanos les habían comentado del no tan reciente gusto hacia la música.

Fue donde decidió dar el siguiente paso. ¡Fuera de cobardía! No importa cuán popular era o que tan grande llegue a ser, sabía que sin importar que deparara tanto su futuro como el de Luz, quería que ambas estuvieran juntas, la quiere demasiado y no dejaría que ese cariño que la morena le tiene, se desvanezca solo por su inseguridad y floro.

—Que tengas un buen día Amity. - se despidió el gerente.

Con un café y un par de galletas dietéticas en una bolsa de papel, caminó sonriente a la  próxima parada de buses que la dejaría cerca de donde vive Noceda. Hasta donde sabía, la morena en ese momento se encontraba grabando un vídeo musical y grabando su nuevo álbum, tenía que esforzarse mucho si quería ganar en la próxima entrega de premios.

—Buen día. - saludó al par de guardias.

—Buenas tardes señorita ¿viene a visitar a la señorita Luz? - preguntó George.

Luego del incidente del resfriado de la castaña, los hombres le agradecieron por haberla cuidado.

—Si, se que no se encuentra en casa pero vengo a darle una sorpresa. - mostró lo que llevaba en manos.

Los hombres se miraron sonriente, como negarle la entrada a una amiga de Luz Noceda. Abrieron la puerta metálica dándole paso a la universitaria quien con una sonrisa y agradecimiento por la llave de repuesto brindada, se fue dejándolos de nuevo solos.

—Por donde debería comenzar. - habló sintiendo la soledad del lugar.

Se empezó a preguntar que tan sola se sentía Luz allí, llegar de los ensayos con cansancio y de la universidad para hacer los deberes junto con trabajos grupales, se preguntaba si aun con lo agotada que podía estar, se podía dar el lujo de prepararse algo.

—¿Ella será su madre? - preguntó mirando uno de los retratos.

Luego afirmó que lo era, había un parecido incluso con el hombre que tenía al lado tocando su hombro.

Preparó una ensalada de frutas y verduras, saludable para que la dieta de la cantante no se vea interrumpida como aquella noche que comieron postres, Noceda le había comentado en una de sus pocas conversaciones por celular, el cual después de tanto tiempo obtuvo su número, Edalyn la había sermoneado.

El sonido del cerrojo haciendo click la alertó, quiso quitarse el mandil de cocina pero luego de pensarlo rápidamente, decidió dejárselo puesto mientras caminaba a la entrada de la casa.

La cabellera castaña fue lo primero que vio cruzar el umbral de la puerta, luego unos cansados ojos, recordó que no la había visto en un par de días y se sorprendió por ese cambio.

—Bienvenida. - sonrió la teñida dando unos pasos más hacia la chica.

—¿Amity? - frotó sus ojos pensando que se trataba de alguna alucinación. —¿Eres tú? Creo que me estoy volviendo loca. - le parecía irreal que la chica que le gusta la esté recibiendo.

A través de una luz - Lumity AuWhere stories live. Discover now