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Miércoles

» Amity Blight:

"Maravilloso" no es la palabra con la que describiría mi relación en estas últimas semanas, es mucho más que eso.

Mi novia es una idol profesional y yo, soy una chica normal, de las que se definen común y corriente o incluso problemática. Pero el secreto de Lux Angel era que...fuera de cámaras y un micrófono, era una princesa mimada, por supuesto no tenía problema con eso, pues yo era quien la había vuelto así en pocos días. Besos, abrazos, cosquillas, incluso de cumplidos que ponían rojos sus orejas.

Las clases habían sido retomada por mi parte, mientras que por el lado de Luz, faltaría debido al viaje que haría por una presentación en uno de los estadios musicales más grandes del mundo, se le había dado la oportunidad por la gran tendencia que tenía su nombre, incluso había aparecido en los periódicos, su fama seguía subiendo pisando le los talones a los artistas veteranos, así les llamo.

Era miércoles, sabía lo que significaba.

-Oye Ams ¿irás con nosotras a la nueva heladería? - me preguntó Boscha.

Skara estaba a su lado.

-Lo siento chicas, tengo trabajo ¿lo olvidas? - le recordé.

-Diablos ¿cuando saldremos juntas? - supongo que le parece una eternidad.

Había tenido tiempo para ellas desde que había empezado a trabajar en la cafetería, y mucho más cuando inicié mi relación con Luz, pero disfrutábamos de estar juntas en los descansos.

Pero necesitaba llegar temprano. Si lo hacía tal vez podría llegar temprano.

-Oh Amity, llegas temprano. - me saludó el gerente, era un buen hombre con un simpático hijo que le encanta las donas bañadas de chocolate. -últimamente lo haces, en especial los miércoles. - sonrió, supongo que algo.

-Necesito llegar a casa temprano. - dije con total sinceridad, el entendió, me abrió la puerta del personal dejándome pasar mientras el volvía al mostrador.

Quisiera decir que me puse manos a la obra, pero todo basaba en sí llegaban o no clientes al lugar, sin ellos se veía pacifico, aunque con ellos no cambiaba mucho, el tecleo de alguna de las computadoras, los murmullos que producían las conversaciones, lo mejor era que no pasaba de ello, de simples y soportables sonidos.

Luego de varias horas, por fin llegó mi hora de salida, el cielo se oscurecía cada vez más y para mi mala suerte había perdido el bus a casa.

-Por qué me sucede esto - murmuré caminando más rápido, necesitaba en serio llegar a casa.

Cuando saqué mi celular del bolsillo, me di cuenta que la batería estaba sumamente baja, ahora solo maldecía el momento en que le permití a Boscha usarlo para llamar a su papá solo porque había olvidado el de ella en casa, quien iba a pensar que la llamada de solo un minuto se extendería por lo menos media hora de lo que duraba nuestro receso.

Cuando llegué a casa, estaba exhausta, entré a casa y lo primero que mis oídos captaron, fue la música rock de Edric en su habitación con los típicos gritos de ambos, indicándome que habían iniciado una discusión mientras el volumen subía y bajaba. Pasé de largo sin importarme eso, cerré la puerta con seguro y conecté mi celular al cargador esperando que la luz se pusiera en verde para poder encenderlo.

A través de una luz - Lumity AuWhere stories live. Discover now