A través de una luz - Lumity Au

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Tiempo contigo

Todo se encontraba en orden, mientras los demás idols se preparaban en sus respectivos camerinos siendo atendidos con los maquillistas, los productores y personas que se encargaban que todo estuviera en orden, se movían de un lugar a otro junto con los asistentes de los cantantes, Willow no fue una excepción pues al no poder moverse del lugar para dar unos últimos toques a su vestuario, Luz no tuvo otra opción que hacerla ir por una botella de agua y algún aperitivo que no tuviera lactosa.

—Golden y Lux, saldrán después de El ilusionista y Brithany. - informó uno de los chicos revisando los papeles. Ya con la confirmación de ambos, se retiró.

—¿Lista para brillar junto a mi angelito? - preguntó divertido el chico de cabellos dorados y ojos carmesí.

—Nací lista. - dijo la morena con determinación, pero sus manos temblaban y por dentro se moría del miedo al no querer arruinar la presentación ante miles de fans.

—Bien - sonrió. —... Iré con Kiki a ver que tanto demora con mi café - puso sus manos en los costados. — se que me odia pero tampoco puede demorar tanto, es un café por dios santo. - bufó molesto.

—Tal vez no te odiaría si no le pidiera hacer muchas cosas...

—Es su trabajo. - se excusó el cantante, aunque en el fondo sentía cierta culpa.

—...a la vez. - soltó una adorable risilla que emcalideció a su amigo y a los ayudantes presentes.

Hunter se retiró del lugar cuidando de no maltratar su majestuoso vestuario. La puerta se vuelve abrir mostrando la ya conocida cabellera y los dorados orbes de la adulta observándola con una sonrisa ladina mostrando un a penas notable, colmillo de oro.

—Oh Eda ¿preparada para verme? - preguntó con todos los ánimos posibles siendo lo más optimista posible.

—Escucha niña por más que me guste esa actitud tuya, se que algo te molesta y quisiera que lo sueltes antes de salir allí. - señaló las afueras de la habitación.

Con derrota, se sentó de golpe siendo atendida de inmediato por los demás asistentes. Detenidos por la representante, se retiraron de allí dejándolas a solas.

—Tengo miedo. - admitió con roche. — ¿y si no les gusta la canción que hemos escrito? - preguntó. La mayor se mantuvo atenta sin responder para que la chica prosiguiera. — ¿y si sus fans me acribillan? ¿Qué haré si mi carrera se viene abajo? Literalmente es lo único que se hacer. He tratado de huir de esos pensamientos pero en cada concierto es lo mismo a pesar de que ya tengo mayor reconocimiento que Bria y a ella si que no le agrado. - hizo una mueca.

—Sabes, no puedes correr de tus miedos por siempre. - suspiró. Con melancolía veía a la joven morena sentada frente a ella con una mirada vulnerable y preocupada, recordándole como le dijo a alguien especial lo mismo. — por eso tienes que saltar sobre ellos. - sonrió. Estiró su mano esperando que la chica la estrechara para levantarla de ese penoso sillón.

—Tienes razón. - volvió a sonreír y la intensidad ya no sabría como medirla. —siempre sabes que decir, muchas gracias Eda. - abrazó. La adulta ya se había acostumbrado a esa acción y no podía hacer nada más que dejarse estrujar por la chica que ante sus ojos seguía siendo una mocosa.