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Golden

Podía sentirlo, el miedo y la decepción recorriendo cada punto de su cuerpo mientras su mente le mostraba la escena una y otra vez, un escenario lleno de fanáticos de la música presenciando el debut de cinco ídolos, su momento llegaba y cuando comenzó a cantar, a bailar, la reacción no era la que esperaba.

Cuando terminó, la gran parte de las luces habían sido apagadas en el proceso y tan solo pocas personas le aplaudían. Fue la primera vez que dejó de sonreír.

Un irritante sonido a su lado le ayudó abrir los ojos lentamente mientras trataba de apagar la alarma a ciegas. De pronto la alarma se convirtió en una llamada entrante, se sentó en el filo de la cama y tomando entre sus manos el aparato, contestó.

—¡Dónde estás niña! - gritó la mujer desesperada.

Ouch Eda, no grites... - respondió luego de un bostezo.

—¡Tienes una sesión de fotos en cinco minutos! - volvió a exclamar.

La morena miró su reloj de cama observando la hora y alarmandose al ver lo tarde que era, colgó la llamada apresurándose hacia su ropero. Llamó a un taxi primero para luego alistarse.

Al bajar del vehículo, se adentro al edificio donde la recibió de inmediato su representante quien tenía una mirada exasperate.

—A la hora que llegas, la revista requiere de más fotos tuyas y te atreves a llegar tarde, ¡tu compañero ya llegó! - informó.

La mirada de la joven se dirigió hacia el fondo del lugar, encontrando a un chico alto y rubio posando ante la cámara y reflectores.

—Miren a quien tenemos aquí. - sonrió el chico cuando la morena se acercó. — deberías ser más puntual Lux.

—Que tal Golden. No creí que tendría que modelar contigo. - se cruzó de brazos.

—¡Qué bien que a llegado! - exclamó el fotógrafo. póngase esto y no demore, vaya, vaya ¡vaya! - apuró.

La sesión de fotos había sido un éxito, aunque eso no liberaría del todo de su apretada agenda a la chica, salió del edificio escabulléndose de su representante al lado del chico, quien de igual forma tuvo que esconderse para que su propio mánager...

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La sesión de fotos había sido un éxito, aunque eso no liberaría del todo de su apretada agenda a la chica, salió del edificio escabulléndose de su representante al lado del chico, quien de igual forma tuvo que esconderse para que su propio mánager no lo detuviera en su hazaña de ir vagar por la ciudad.

—Como te trata el mundo del espectáculo, Luz. - habló el chico, quien usaba unos lentes iguales a los de la chica, gorro y un cubre bocas negro.

A través de una luz - Lumity AuWhere stories live. Discover now