Capítulo 72.

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No creo que sea una buena idea, es decir, la salud de Christian es crítica y Jungkook no se encuentra en condiciones de festejar. Tanta preocupación, estrés y angustia están acabando con su energía.

Piensa, hermanito. Jungkook necesita relajarse y qué mejor que pasar tiempo con nosotros y su familia. No lo tomes como un festejo, puedes verlo como una reunión familiar.

Si no mal recuerdo, tú y Taehyung dijeron que esto era una fiesta murmuró Yoongi mientras ofrecía un biberón a su linda sobrina.

Namjoon levantó una de sus cejas y endureció su expresión mientras hacía sudar a Seokjin, quien se limitó a soltar una risilla nerviosa ante la mirada de su hermano mayor. Él solo quería ayudar pero su esposo no estaba siendo su mejor aliado.

Tal vez lo dije pero me retracto. Igual Taehyung, ambos estamos de acuerdo en no llamar fiesta a esta pequeña reunión.

Lo mejor es preguntarle directamente a Jungkook si aun desea llevarlo a cabo, y por cierto, ni siquiera ha despertado y ya es medio día comentó el moreno preocupado, mirando la hora en el reloj de su muñeca.

Miró en dirección a las escaleras por donde su alegre hijo mayor bajaba con su novio y su mascota, por un lado le hacía sentir bien que él esté feliz y mostrando su radiante sonrisa cuadrada a todo el mundo porque aquello era señal de que todo está bien. Pero por el lado contrario estaba Jungkook, el joven que bajaba sin mucho ánimo las escaleras, pareciendo una sombra silenciosa detrás de sus amigos.

Ambos tenían la misma edad pero sus vidas eran completamente diferentes en la mayoría de los aspectos. Jungkook ahora tenía la responsabilidad de criar y cuidar a una bebé, además de estar en un matrimonio. A eso sumarle un empleo inesperado como director de una empresa. Con esos simples aspectos, su vida ya sonaba complicada.

¿Había hecho bien en interesarse sentimentalmente en Jungkook y dejarse llevar por el amor? En parte sentía responsabilidad por los hechos ocurridos en un solo año. Tal vez si se hubiera mantenido firme en su postura de no volver a relacionarse con alguien, la vida de Jungkook sería diferente y más alegre. Sin problemas de adultos y solo pensar en terminar su carrera y ejercerla.

Namjoon se tragó el suspiro que quiso salir y formó una sonrisa cálida para su chico cuando este se acercó y buscó sentarse en sus piernas.

Amor, estaba a punto de ir a buscarte. Creí que la cama no te dejaba salir de allí, ¿cómo te sientes hoy? le preguntó acomodando un mechón de cabello oscuro detrás de su oreja.

Estoy bien Namu, no te preocupes tanto por mí. Ya quiero comer pastel sonrió pequeño, tranquilizando el alma entera de Namjoon con aquella simple acción.

Si te sientes incómodo, cansado o simplemente no quieres seguir con esto, no dudes en decirme. Daré por terminada esta reunión y haremos lo que tú quieras plantó un beso en su nariz, haciendo sentir mucho mejor a Jungkook.

Con el transcurso de las horas, el ambiente pasó de triste a agradable gracias a las ocurrencias de Seokjin y su sobrino Taehyung quienes, además de contar chistes sin gracia, se adueñaron de la música y el micrófono para cantar. Claro, la música no era muy alta para no incomodar a Nayeon.

En cuanto a la pequeña bebé, ella era feliz en los brazos de su tío Yoongi.

Todo parecía ir bien, pero no contaban con el caos en la mente de Jungkook. Discretamente revisaba su celular cada tantos minutos con la firme esperanza de recibir buenas noticias respecto a su papá.

Cuarenta y veinte | namkook.Where stories live. Discover now