Capítulo 55.

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Jungkook dormía tranquilamente en el asiento trasero del auto, una mano protectora estaba sobre su pansita y ambos estaban cubiertos por una manta nueva, calientita y muy suave. Namjoon conducía, su mirada y su atención completa sobre el camino.

Eran las seis de la mañana, necesitaba descansar por lo menos diez minutos, el sueño quería apoderarse de su cuerpo pero no lo iba a permitir. Estaban a poco de llegar al hotel, y ahí finalmente podría dormir un poco.

Su teléfono comenzó a sonar en el asiento de copiloto, despertando al embarazado. Lo dejaría allí, no iba a desconcentrarse por ningún motivo.

¿Ya llegamos? la adormilada voz de su novio llegó a sus oídos, haciendole sonreí al instante.

Estamos muy cerca, amor. Oye, ¿puedes revisar quien me está llamando? le miró por breves segundos a través del espejo.

Jungkook asintió, tallando sus ojos con sus manitas en forma de puño. Con cuidado apoyó una mano en el asiento y se estiró para tomar el teléfono. Lo encendió y el nombre de Taehyung salió a su vista.

Es Tae suspiró y deslizó su dedo hacia un lado aceptando la llamada ㅡ. Hola Tae, ¿qué pasa?

¡Hola, papá Kook! ¿Cómo va todo?, ¿ya llegaron? Quisiera una foto del mar el chico se escuchaba muy animado a pesar de ser muy temprano.

El pelinegro decidió poner el altavoz para que Namjoon escuchara y también respondiera.

Estamos muy cerca, tomaré una foto para ti en cuando lleguemos, ¿está bien? contestó Jungkook.

Taehyung, ¿porqué estás despierto tan temprano? pregunta Namjoon elevando la voz lo suficiente para ser escuchado.

Voy a arreglar un asunto en la universidad, son mis últimos días antes de vacaciones, ¿no es emocionante? Claro, después el tío Yoongi pasará por mi y me llevará a la empresa.

Muy bien, me alegra que tomes muy en serio tus responsabilidades.

Jungkook veía por la ventana mientras su novio seguía hablando con su hijo sobre lo orgulloso que estaba porque el chico se preocupaba por sus responsabilidades. Sintió el impulso de cortar la llamada y fingir que fue a causa de la mañana señal.

Pero no lo hizo, siguió sosteniendo el teléfono por los siguientes veinte minutos y las ganas de orinar se hicieron presentes en él, de nuevo.

Miró abajo, rogandole a su bebé en sus pensamientos para que siguiera durmiendo, así no le patearía y haría casi imposible aguantar hasta llegar al hotel.

Kim sonreía, hablando cómodamente con su hijo, hasta que notó la angustia reflejada en el rostro de su novio. Apretaba los labios.

Tae, ya estamos por llegar, ¿podrías esperar un poco para volver a llamarte?

Está bien papá Nam, ¡hablamos más tarde! Diviértanse y sean cuidadosos.

Taehyung cortó la llamada y el silencio reinó en aquel auto. Jeon trataba de pensar en cosas tranquilas e incluso en canciones para hacer que la necesidad de ir a un baño se fuera, pero su bebé se movió. Un sollozo hizo entrar en alerta a Namjoon.

Cuarenta y veinte | namkook.Where stories live. Discover now