Capítulo 52.

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El tiempo pasó rápido para el gusto de la pareja formada por Namjoon y Jungkook, el embarazo contaba con siete meses y medio de gestación, provocando más cambios en el cuerpo del menor y haciendo todo más complicado para él. Dependía de Namjoon para hacer algunas cosas, como por ejemplo ponerse los zapatos o quitarse el pantalón.

Lloró desconsoladamente cuando vió la primer estría decorar su cuerpo, específicamente en sus muslos. Kim lo abrazó para calmarlo y besó repetidas veces la zona donde estaba la marca, murmurando palabras dulces y elogios para hacer sentir bien a su chico.

Jungkook dormía menos porque nunca encontraba una posición cómoda para descansar, además que su bebé era bastante activo durante las noches, pateando en diferentes lugares. El mal humor era muy común en él por las mañanas, Taehyung se asustaba a veces y prefería ni siquiera respirar cerca de él, porque la última vez que hizo un ruido molesto fue golpeado en la cabeza por un zapato de Namjoon que lanzó Jeon.

El peliazul pensaba que su mal humor se debía a que no estaba durmiendo sus ocho horas de sueño embellecedor, pero no. Había una razón interesante, y era que Namjoon se negaba a tener intimidad. Tanto la abuela Jeon como Christian Yu admiraban a Namjoon por su gran paciencia ante los constantes reclamos y cambios de ánimo.

Algunas veces lloraba al teléfono pidiendole atención y cariño, otras le gritaba por olvidar darle un beso antes de irse a la empresa. A veces le llamaba diciendo que su bebé deseaba escuchar la voz de su papi Nam, o simplemente le decía lo mucho que lo amaba.

A pesar de todo eso, Namjoon estaba feliz por ser él quien estaba al lado de Jungkook como su pareja. Le parecía tierno y no tomaba a mal sus reclamos, eran cosas comunes que tarde o temprano pasarían.

Cariño, te veré para comer, ¿de acuerdo? Te llamaré cuando esté libre de trabajo, por favor, no olvides que te amo le decía Namjoon con una sonrisa cálida en el rostro.

Quiero un beso Jungkook abultó un poco los labios para hacer énfasis.

Mis besos nunca te faltarán comenzó plantando un beso en su frente, bajó para dejar uno en la punta de su nariz, y por último prestó más atención a sus delgados labios.

El más joven tomó el largo abrigo de su novio entre sus manos mientras correspondía el profundo pero tranquilo beso. Sus lenguas se encontraron por un momento breve y terminó con una brillante sonrisa por parte de ambos hombres.

Ten un bonito día, Namu le deseó sinceramente.

Le costó separarse del hombre más perfecto del mundo pero tuvo que hacerlo, le esperaba un gran día en Yu Corporations. Subió a su auto como copiloto y se puso el cinturón de seguridad de forma que no le molestara a su bebé. Se despidió agitando la mano cuando su padre Christian encendió el motor.

El adulto soltó un gran suspiro viendo al auto desaparecer de su vista, y luego se giró para subir al propio. Taehyung estaba allí durmiendo en el asiento de copiloto, llevaba dos semanas acompañando a su padre a la compañía, así que su cuerpo aún no se acostumbraba a levantarse temprano.

El mundo de Jungkook se volvió aún más complicado cuando fue presentado ante Yu Corporations como el futuro presidente de la compañía hace unas cuantas semanas. Esa era otra razón de su irritabilidad y sensibilidad, no se sentía listo y mucho menos preparado para tal cargo, pero aceptó, ahora tenía que cumplir con su palabra.

Cuarenta y veinte | namkook.Where stories live. Discover now