Capítulo 03.

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Mierda, ¡te lo follaste! -chilló Hoseok llamando la atención de la mayoría en la cafetería.

Jungkook cubrió la boca del pelirojo con una de sus manos mientras sus mejillas se pintaban de un color rosado.

Cállate Hobi, nadie más tiene que saber lo sucedido con el señor Kim y él no tomó la virginidad de mi trasero -le dijo en un tono bajo pero deseaba gritarle-. Solo la de mi boca -se apartó de él-, por favor sé discreto, no quiero que Taehyung lo sepa.

Tu sucio secreto está a salvo conmigo, Kook -respondió en un tono juguetón-, ¿y cómo fue?

No voy a darte detalles, que vergüenza Hobi -cubrió su rostro con sus manos y pegó su cabeza a la mesa.

¡Hola, chicos! -saludó Taehyung llegando a la mesa con una sonrisa-. ¿De que hablan?

Del amor imposible de Hobi, creo que necesita consejos para conquistarlo, al parecer es hétero -respondió Jeon aún en la misma posición, que pena le daba verlo.

Ay Hoseok, tranquilo, yo te ayudaré -le dice abrazándolo-. Por cierto, quería invitarlos a mi casa hoy.

¿Una pijamada en lunes? -pregunta Hoseok, muriendo por dentro al estar siendo abrazado por el castaño.

¡Si si si! Pueden quedarse a dormir en mi casa y por la mañana mi padre nos traerá al instituto, vamos, digan que si -la voz del chico desbordaba emoción.

¿Dormir en casa de los Kim? Las imágenes de su primer encuentro con Namjoon llegaron a la mente de Jungkook, ¿sería posible obtener un poco más de él?

Y-yo estoy abordo -responde Jeon.

Si, cuenta conmigo también -sonrió Jung.

Jungkook estaba más que ansioso en casa de los Kim, más que nada, que quería ver al moreno. Sentía algo extraño recorrer su cuerpo al recordar lo sucedido hace unos días en la cocina de su casa.

Aunque, probablemente Namjoon estuviera arrepentido y no se atrevería a estar cerca del menor. Soltó un suspiro pesado que pasó desapercibido por el castaño y el pelirojo, quienes jugaban videojuegos.

Dejó a ese par a solas, parecía que se llevarían muy bien y no quería arruinar eso. Salió de la habitación de Taehyung para ir por una lata de refresco del refrigerador.

Bajó las escaleras dando saltitos como de costumbre pero, se paralizó al estar en la puerta de la cocina, el padre de Taehyung estaba allí. Preparando café y usando solo un pantalón chandal en color gris, su torso al desnudo y así el pelinegro pudo admirar por primera vez al hombre.

Se sonrojó cuando Namjoon se giró, encontrandose con la mirada atenta del menor sobre su cuerpo y rió.

Hola Jungkook -el hombre le sonrió.

Bueno, su reacción fue completamente a la que tenía en su mente.

Bu-buenas noches, señor Kim -dijo un poco nervioso y se adentró a la cocina.

Se acercó al refrigerador y antes de abrir la puerta, el aroma masculino de Namjoon le provocó. Demonios Jungkook, contrólate un poco, pensó para si mismo.

Jungkook, ¿me permites unos minutos para hablar? -le pregunta el mayor, con la taza en sus manos.

¿So-sobre que? -su mirada bajó hasta su abdomen marcado.

En realidad, quiero disculparme, no quise tratarte de ese modo... espero que podamos convivir como un par de vecinos normales y olvidar lo sucedido.

¿Olvidarlo? -murmuró regresando la vista a sus ojos-. Pero, yo esperaba más... -pensó en voz alta.

Una risita escapó de los labios del mayor y Jungkook se ruborizó. ¿Se veía tan urgido por estar con él? Kim dejó su taza sobre la mesa en el centro.

¿Esperabas más... sobre qué?

Acorraló al menor entre su cuerpo y el refrigerador. Su acción mareó un poco al menor, sus cuerpos rosandose y el calor subiendo. Jeon lamió sus labios por los nervios.

Señor Kim... -intentó hablar pero su mayor se lo impidió, poniendo uno de sus dedos sobre los labios de Jungkook.

Dime, ¿qué se supone que esperas de mi? Dímelo y veremos que hacer. -pidió.

Su rostro se acercaba y el pelinegro podía sentir que su corazón saldría de su pecho por el latir tan rápido. Su mirada bajó a los labios contrarios y deseó besarlos solo por un momento.

Y como si Namjoon leyera su mente, hizo presisamente eso, lo besó. Sus labios fusionandose en un beso hambriento y necesitado. Las manos de Jeon tomaron a su mayor por la nuca para que no se separara, mientras que el rubio tomó con fuerza la cintura del chico por encima de la ropa.

No puedo decírselo señor Kim, mis pensamientos sobre usted no son de los más correctos -logró separarse un poco para hablar.

Me encantaría saber lo que piensas de mi -sus labios bajaron a su cuello, besando y mordiendo con suavidad.

El pelinegro dejó salir un gemido bajito, retorciéndose bajo los brazos de Namjoon, era como un sueño, un agradable sueño húmedo.

Señor Kim, usted me gusta -confesó.

El hombre detuvo sus besos y alejó sus manos del cuerpo contrario para prestarle su total atención, se miraron fijamente.

¿Gustarte? ¿un viejo como yo? -el chico asintió-, no Jungkook, sólo estas confundido.

Créame, me gusta y para hacerlo oficial -una de sus manos acarició el notable bulto de Kim-, quiero que usted sea quien tome mi virginidad.

Se mordió el labio inferior y con una gran fuerza de voluntad quitó la mano de su cuerpo.

Estás confundido por lo que pasó entre nosotros, descuida -dejó un beso cariñoso sobre su frente-, te entiendo.

Entonces, ¿siente lo mismo que yo, señor Kim? Yo... yo no hablo solo de manera sexual -intentó besarlo pero el rubio lo impidió.

¡Jungkook! ¿porqué tardas tanto? -escucharon a Taehyung gritar.

Namjoon le sonrió y revolvió sus cabellos, el joven es hermoso totalmente a sus ojos y también era el primer chiquillo que alborotaba su corazón.

Regresa con Taehyung y tu amigo, y no olvides a lo que viniste en realidad, buenas noches Jungkook.

Se quedó en su lugar, mirando como Namjoon tomaba su taza de café y salía de la cocina. ¿Qué podía hacer para convencerlo?

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~Nota~~
¡gracias  por leer!

Cuarenta y veinte | namkook.Where stories live. Discover now