Capítulo 9

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C A P I T U L O

N U E V E





MARGOT HOWELL



Cerré la puerta de mi casillero sólo para encontrarme con Chris, el chico rubio y borracho que apenas conocía pero que podía recordar su nombre. Pegué un ligero brinco a causa del susto, porque tenía la mirada fija y los ojos bien abiertos. Bajó un poco su mirada mientras rascaba su nuca y titubeaba.

—Chris ¿verdad? —cuestioné para asegurarme de su nombre y alcé una ceja.

—Sí— levantó su cabeza —, escucha, Brad me contó lo mal que me puse en lo de Marcus — cerró sus ojos, apretando sus parpados.

—Debiste haberte visto— solté una risa —, ¿acostumbras mucho ponerte así?

—¡No! No, la verdad que no...Dios, que vergüenza —llevó una de sus manos a su frente y se golpeó levemente mientras negaba con la cabeza—. Howell, ¿cierto?

—Dime Margot— le regalé una sonrisa.

—Bueno, Margot... de verdad lo siento. Ya sé que estuve molestándote un poco en esa fiesta, pero debes saber que no suelo ser así — empezó a reír, ocasionando que yo hiciera lo mismo.

—Ya, no te preocupes, lo entiendo. Mi amigo Thomas estaba igual, solo se estaban divirtiendo —mencioné intentando ser amable. Chris sonrió y asintió un par de veces con su cabeza. Desvió su vista como si estuviese buscando algo, pero después de unos segundos nuevamente dirigió su mirada hacia mí.

—Bueno...sólo quería disculparme. Supongo que ahora debería ir a clase — titubeó un poco, quedándose en silencio un momento que, aunque fue muy breve, para mí se sintió como extenso. Odio los silencios incómodos.

—Nos vemos— se despidió con una sonrisa y se dio la vuelta.

Lo vi alejarse y entonces decidí que mi hora libre la pasaría en la cafetería, probablemente Thomas estaría ahí, después de la fiesta me había dirigido muy poco la palabra y no entendía a que se debía eso. Repasé en mi mente la lista de frases con las que podría iniciar una conversación y al mismo tiempo, preguntarle la razón de su extraño distanciamiento. Caminé por los pasillos hasta llegar a la puerta de la cafetería y cuando entré, ahí estaba, sentado junto con sus compañeros de entrenamiento de box.

Pensaba que lo mejor sería irme, no quería intervenir en la plática, pues no se me daba muy bien hablar con personas a las que no conocía. No es que fuese una antisocial, pero era realmente tímida a veces, así que prefería salir de ahí.

Di la vuelta para nuevamente pasar por la puerta, pero accidentalmente me topé con Evelyn, la presidenta del consejo estudiantil. Parecía un poco molesta, y aunque por un momento creí que se enojó a causa de mi torpeza, me di cuenta de que no era nada relacionado conmigo.

—¡Evelyn! Perdón, no te vi— mencioné apenada.

—No importa, Margot. Está bien— respondió fingiendo su sonrisa.

—¿Todo bien? —cuestioné al verla un poco irritada.

—¿La verdad? No. Bradley Simmons me tiene harta— suspiró —, estoy intentando hacer que hable con la orientadora educativa porque muchos profesores se han quejado de él, pero simplemente no entiende y no sabe tomarse nada en serio— bufó.

Desvié mi mirada solo para encontrarme con que Brad estaba afuera intercambiando risas con Chris, ambos estaban de pie recargados sobre una pared cerca de una máquina expendedora.

SATURNOOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz