Capítulo 17

252 49 226
                                    


C A P I T U L O 

D I E C I S I E T E 



MARGOT HOWELL



Habían pasado tres semanas desde que Brad y yo empezamos una relación formal. Y se sentía como si desde ese día, mi vida hubiese dado un completo giro.

Ahora había caído completamente por él, me había dado cuenta de que cada línea de su rostro formaba una composición única y mis ojos se perdían en ella.

Él era tormenta y a la vez, era paz.

Desde el primer día, sabía que había algo en él que me hacía sentir diferente, aunque nunca pensé que pudiéramos encajar. Quizá se trataba de su manera de hacerme sentir segura, capaz o valiente. De la manera en que siempre se negaba a apagar su cigarro, pero que, al final yo lograba convencerlo de apagarlo. O tal vez por su forma de emocionarse cuando escuchaba sus canciones favoritas y las compartía conmigo. De su manera de intentar acomodar su cabello cuando éste era despeinado por el viento cada vez que conducía o posiblemente de su manera de pronunciar mi apellido con esa profunda voz.

Era como si fuéramos de distintas galaxias, la probabilidad de que se fusionen es casi nula, pero, aun así, nosotros terminamos siendo una perfecta colisión de ellas.

Él era como un sueño, y lo mejor era que yo iba caminando a su lado.

Mis papás ya se habían enterado de nuestra relación, él habló con ellos. Lo aceptaron, pero me daba un poco de miedo el hecho de que no conocían ni un poco de su relación con las drogas. Y era mejor dejarlo así, no tenían por qué saberlo, al menos no todavía. Si se enteraran, sería un caos, para mi mamá era algo así como una de las peores cosas del mundo, como un gran pecado. Es cierto que el hecho de que Brad consumiera drogas no era del todo bueno, pero eso podría terminar.

Sólo tenía que hablar con él de eso, estaba completamente segura de que Brad sería capaz de dejarlo, juntos le encontraríamos ayuda y entonces cuando les hablara a mis padres del tema, ya podría mencionarles que estábamos trabajando juntos para que eso quedara atrás. Aunque sabía que no sería para nada sencillo, yo ni siquiera sabía nada de drogas, es decir, había visto algunos programas donde llegaban a mencionarlas, pero no tenía idea de lo que pensaba alguien que las consumía ni lo difícil que podría llegar a ser dejarlas.

Me encontraba sentada en el suelo de la sala dándole caricias a la pequeña cabeza del cachorro que adopté hace algunas semanas gracias a Adele. Planeaba mostrárselo a Brad, tenía la creencia de que él accedería a quererlo también, quizá el cachorro podría pasar algunos días conmigo y algunos días con él. Finalmente, Brad tendría a la mascota que nunca tuvo y mi papá no se disgustaría mucho con el hecho de que adopté un animalito sin consultarlo con él.

El volumen de la televisión estaba un poco alto, me apoyé sobre mis rodillas para elevarme un poco y buscar el control remoto sobre el sillón, donde probablemente Lucas lo habría dejado.

Pocos minutos pasaron hasta que alguien tocó a la puerta.

—¡Yo abro! — exclamó Lucas, yo solo asentí con la cabeza. Mi hermano se dirigió a abrir y cuando lo hizo, ahí estaba él.

Llevaba su hoddie de Nirvana, una de las prendas que usaba con más frecuencia. Su cabello castaño estaba perfectamente despeinado y su pantalón roto hacía una muy buena combinación con sus converse negros.

SATURNOWhere stories live. Discover now