Capítulo 25

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C A P I T U L O

V E I N T I C I N C O





MARGOT


Año nuevo fue todo un éxito. El día veintinueve de diciembre lo pasamos con mi familia, el treinta con la familia de Brad y finalmente el treinta y uno, Chris, Brad, Jess y yo nos reunimos en casa del primero, sus padres no estuvieron por lo que fue perfecto para pedir mucha comida, encender fuegos artificiales y poner música a todo volumen.

Ya habían pasado algunos días y ahora me encontraba de vuelta en la escuela. Adele y yo volvimos a saltarnos la clase de deportes, con el paso de las semanas le perdí el miedo. Estaba tan segura de que el entrenador, Marlon, ni siquiera se molestaría en asegurarse de que todos sus alumnos estuvieran presentes.

Gracias al consejo estudiantil, nos enteramos de que la razón por la que Marlon siempre lo pasaba mirando su celular tenía nombre y apellido. Resulta que el entrenador era divorciado y los últimos meses lo había pasado hablando con alguien que le provocaba mariposas en el estómago. ¿Es eso posible? ¿Olvidar a la persona con la que creíste que construirías tu futuro y luego encontrar un reemplazo?

Pensamientos como esos me hacían perder un poco el tiempo, porque era algo que realmente no me interesaba.

Esa tarde, el autobús no me dejó en casa, lo hizo Brad. Tuvo una alocada idea que me pareció genial apenas la escuché. Cuando entré a casa, cerca de la una de la tarde, me apresuré para preparar mi mochila y asegurarme de que mi celular tuviera la batería suficiente.

Le hablé a mi mamá sobre mi plan de hoy: Brad y yo visitaríamos un teatro que estaría siendo inaugurado, el cual se encontraba a unas dos horas en auto. La verdad, la principal razón por la que la idea nos encantaba era porque la mejor parte sería el viaje en el auto, con música a todo volumen y simplemente estando nosotros dos.

Para la una y media de la tarde, ya me encontraba en su auto. Mis padres estuvieron de acuerdo, dijeron que era mi decisión y lo único que me pidieron fue mantenerme en contacto.

El viento no era muy frío, pero igual llevé mi suéter. Tenía puesto el collar de Saturno y cuando él se dio cuenta, sonrió enternecido. Él llevaba una de sus manos sobre el volante y la otra la entrelazó con la mía, dejándome sentir su calidez mientras el aire fresco entraba por las ventanillas. La música sonaba con fuerza y mientras él conducía, yo miraba con atención a través de la ventana, viendo las calles un poco vacías y la tranquilidad abundando en el exterior. Dejé salir un suspiro, todo era plenitud y paz, estaba casi segura de que esos eran dos de los mejores sentimientos que las personas podríamos experimentar. La forma en que las hojas de los árboles bailaban con el viento, en que las aves volaban sobre ellos y con su compañía a mi lado, eso era perfección.

Pasamos por algunas tiendas, un parque de diversiones y finalmente, nos detuvimos frente al nuevo teatro. No estaba muy concurrido, lo cual fue extraño, considerando que era nuevo.

Leímos el enorme anuncio: "Gran ópera por inauguración"

—No puede ser — Brad suspiró —, viajamos por dos horas para esto — se dio un ligero golpe en la frente.

—No creo que sea tan... ¿malo? — arrugué la frente y sonreí de lado mientras jugaba con los dedos de mis manos, esperando tener razón.

—Supongo que lo averiguaremos — cambio el tono de decepción por un tono divertido y me tomó de la mano, empezando a caminar.

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