Capítulo 11

230 63 132
                                    




C A P I T U L O

O N C E


MARGOT HOWELL

Tenía que admitir que los últimos días había estado algo distraída, demasiado que justo unos minutos antes de la hora de salida en la escuela, tuve que intentar justificarme con Brenda y con Eric por mi falta de participación en el equipo de trabajo de literatura.

—Lo siento, de verdad, intenté hablar con él— entrelacé mis dedos mientras miraba mis manos.

—Margot, el trabajo es el más importante del semestre. Es el proyecto final, ¿sabes lo importante que es? — cuestionó Brenda todavía cargando sus libros.

—Creí que eras más responsable, ¿Qué está pasando? — Eric se cruzó de brazos.

—Ya, oigan lo siento. De verdad, les prometo que me encargaré de la mayor parte del proyecto y todo saldrá bien, ¿de acuerdo? — sonreí apenada sobando mi brazo izquierdo. Recordé que cuando intenté hablar con Brad de esto, terminó por irse sin dejarme terminar, así que tendría que volver a intentarlo. No quería excluirlo del proyecto, pero él tampoco estaba aportando mucho, necesitaba hacer que se involucrara más porque de no ser así, sería muy difícil que Brenda y Eric lo aceptaran como parte del equipo.

—Margot, está bien. Sólo intenta ser más responsable, ¿sí? — Brenda posicionó su mano sobre mi hombro y me regaló una sonrisa gentil, lo cual me hacía sentir un poco mejor y menos irresponsable.

—No queremos ser como Adele — Eric soltó una risa.

—¡Ey te escuché, idiota! — gritó mi amiga entre risas despegando sus ojos de su celular sólo por unos segundos. Yo me giré para verla y efectivamente, mis compañeros tenían razón. No estábamos tan acostumbrados a la presión de hacer las cosas a última hora. O tal vez no ellos, porque yo muchas veces, aunque no lo quisiera, terminaba por ser impuntual. Al menos en asuntos personales, como en casa o cuando tenía planes con alguien.

Había quedado con Thomas para irnos a comer a algún restaurante de comida rápida, estaba empezando a inventar excusas en mi mente porque probablemente me haría preguntas sobre el día anterior. Apenas me disculpé con mis compañeros por mi falta de responsabilidad, me apresuré para irme y encontrarme con mi amigo en la puerta de atrás.

—No te molestes en darte prisa, ya habrán cerrado — enunció de forma sarcástica al verme llegar, cerrando sus ojos fingiendo estar muy cansado.

—No seas así, me apuré lo más que pude — expliqué al mismo tiempo que empezábamos a caminar a nuestro destino.

El camino fue corto, Thomas no paraba de hablar de su entrenamiento del día de hoy, lo mucho que le gustaba el boxeo y cuanto pensaba que dicho deporte debería ser mucho más reconocido, que no todo era jugar con balones. Yo me mantuve en silencio para no interrumpirlo. A esta hora los autobuses iban casi vacíos, por lo que no nos sería tan difícil encontrar asiento para ambos.

Al llegar a un restaurante de comida rápida, Thomas me abrió la puerta y pasé por debajo de su brazo. Siempre me hacía burla, pues era muy alto que siempre acostumbraba a pasar de ese modo, aunque tuviera que encorvarme un poco.

Era casi mediodía, el restaurante estaba medio vacío, por ende, nos atendieron muy rápido y en cuestión de minutos ya teníamos nuestra comida sobre la mesa.

—Entonces, ¿en qué estuviste ayudando a tu mamá? — preguntó con la boca llena después de haber dado una gran mordida a su hamburguesa.

—Eh...bueno— mordí mi comida y tomé algo de refresco para hacer un poco de tiempo y darle oportunidad a mi cerebro de tomar una decisión.

SATURNOWhere stories live. Discover now