SATURNO

Capítulo 10

C A P I T U L O

D I E Z

MARGOT HOWELL

Apenas terminé de cenar, me dirigí a mi habitación, ya tenía planeado que me encerraría por lo menos una hora, era aproximadamente lo que me tomaba poder alistarme. Abrí la aplicación de YouTube y seleccioné mi lista de reproducción para que algunas de mis canciones preferidas empezaran a sonar mientras me aplicaba un poco de maquillaje en el rostro para cubrir mis ojeras, rellenar mis cejas, darles color a mis mejillas y enchinar mis pestañas.

Lo normal.

Photograph de Ed Sheeran fue la primera canción. Pasaron alrededor de cuarenta y cinco minutos hasta que terminé de maquillarme y vestirme, ¡no encontraba nada en mi armario!, pero finalmente opté por unos jeans, una blusa color lila y mis tenis blancos, aunque me tomó quince minutos encontrar el par. Ahora sólo me faltaba encontrar mis broches blancos para colocar en cada lado de mi cabello y así mantenerlo quieto... y ¡lista!

La puerta de mi habitación fue golpeada unas cuantas veces y alcancé a escuchar la voz de Lucas.

—¡Margot! ¡Te hablan! — gritó desde afuera.

—¡Di que ya voy! —respondí un poco nerviosa, pues no había rastro de mis pasadores para el cabello. Ya podía suponer de quién se trataba y tengo que admitir, jamás pensé que fuera una persona puntual.

Seguí buscando y ahora tenía otra preocupación que me hacía sentirme aún más incómoda: tenía a alguien esperando. No me gustaba hacer que me esperaran, la ansiedad me consumía, pero tenía la maldición de que siempre se me hiciera tarde, en cualquier situación. La pantalla de mi celular se iluminó y el nombre de Brad apareció.

Tu hermanito se ha quedado hablándome mucho ¿Puedes apurarte? Eres demasiado lenta.

Primero me cuestioné como era que tenía mi número, luego mi cerebro volvió a trabajar y recordé que Eric le había dado también mi número para poder hablar sobre el proyecto en equipo. Proyecto que, por cierto, no habíamos avanzado en nada, pero intenté no darle mucha importancia por el momento.

Rodeé los ojos e involuntariamente mis labios se curvearon formando una sonrisa al leer su mensaje llamándome lenta.

Decidí olvidarme de mis pasadores y simplemente acomodé mi cabello detrás de mis orejas. Bajé las escaleras casi corriendo sólo para encontrarme con mi mamá en la cocina y con Lucas preguntándole a Brad sobre por qué estaba aquí. Mi hermano sí que acostumbraba hacer muchas preguntas, lo cual me apenaba un poco cuando se trataba de mis amigos o conocidos.

—Ya me voy, volveré temprano — le sonreí a mi mamá mostrando mis dientes mientras me dirigía a la puerta. Pasé frente al paraguas negro que todavía tenía de Brad y lo tomé.

—Bueno — respondió mientras yo ya me encontraba cruzando la puerta — ¡no olvides mandarme mensajes! —alcancé a escucharla desde afuera.

—¡Está bien! ¡Adiós! —contesté y alcé un poco la voz para que pudiera escucharme.

Me encontré de frente con Brad, extendiendo mi brazo para entregarle su paraguas.

—Había olvidado regresártelo. No creas que quería quedármelo, no, para nada, es que a veces soy algo distraída, pero...

—Está bien, Howell. No pasa nada, no tienes que darme explicaciones —soltó una risa mientras yo me golpeaba mentalmente porque, en efecto, me había visto patética.