CAPITULO 24

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- Está bien, ven un momento al cuarto que te voy a enseñar unos poster que me compré el otro día.-respondió Pedro tendiéndole el brazo.

- Gracias por los libros Diego-respondió Dimas- yo subo con Pedro también, por si vienes.

- La pequeña cristina puede ser la más mandona del mundo y hablar como una puta vieja con los demás con el cerebrito que tiene, pero cuando viene Abuela, se convierte en niña de mamá con ella, de locos-dijo Luci a Diego al ver su reacción de gracia al ver a la pequeña llegar.

- Ya veo.- Dijo riéndose de la reacción de la pequeña.- Voy a subir con los chicos, si tienes los dibujos arriba puedes enseñármelos cuando los chicos me suelten.

Les sonrió a todos y le dio una muy suave e inocente caricia a Luci en la espalda antes de subir con Pedro y Dimas. Con ello estaba bastante cómodo ya que bueno, los tres eran varones y tenía bastantes cosas en común con ellos.

- Después te los enseño que aún hay uno sin acabar- respondió Luci serena para luego centrarse en su abuela junto con cristina.

Cuando llegaron al cuarto de arriba, Pedro le enseñó los poster a Diego, en lo que Dimas se cambiaba de camisa, y se engominaba el pelo.

- Aquí entre nosotros, ¿cómo te las ingeniaste para cenar esta noche con nosotros?-preguntó Pedro.

- La verdad es que no me lo esperaba, entre nosotros, me incomoda un poco a veces el intentar entablar una conversación con tu padre o tu madre ya que cualquier cosa podría echarlo a perder.- Dijo sentándose tranquilamente.- Tampoco sabía que vendría tu abuela y para mí todo esto es nuevo ya que para empezar hace ya mucho que ni siquiera celebro la Navidad, una familia tan unida y demás es bastante confuso.

Diego se rascó la nuca debido a que estaba algo incómodo al hablar de ello, pero debía superarlo y estar tranquilo para no meter la pata.

- De alguna manera me da algo de celos, pero a la vez me gusta, lo sé, soy muy rarito.

- ¿Celos?-preguntó Pedro extrañado-me disculpas pero ahora el confuso soy yo, explícame. Además mis padres son muy enrollados a veces y no veo el problema, ya que le saques tema a mi madre es otro cuento.

- En mi casa la situación no es la mejor, hace años que paso solo las navidades.- Dijo intentando encontrar la manera más fácil de decir las cosas.- Mi madre falleció cuando mi hermano nació, yo tenía nueve años. Cuando ella murió mi padre se hizo cargo de nosotros aunque no estaba en la mejor situación que digamos y suele desaparecer en fechas como estas o en los cumpleaños. Por eso mi hermano se va con mis abuelos maternos, los cuales me repudian. Fin del cuento... y si le dices a alguien de esto no te lo perdono... la única que lo sabe es Noe y bueno... mi entrenador.

Diego suspiró de nuevo y se estiró un poco para quitarse la tensión, era algo difícil de contar para él, sobre todo la situación y comportamiento de su padre sin olvidar los recuerdos que brotaban en su mente siempre que recordaba a su madre.

- Siento oír eso-respondió Pedro comprensivo-me alegra saber que te has sincerado conmigo de esa manera, no es fácil contar algo así a cualquiera, todos tenemos nuestros problemas... mi necesidad de aprender a pelear vino cuando me hacían mucho bulliyng en el instituto, incluso a día de hoy, muchos intentan molestarme y a mucha gente le caigo mal por ser como soy, Noelia siempre me dice que tengo una personalidad única y lo peor que podría hacer es cambiar por darles el gusto.

- Bueno, eres mi cuñado, que menos.- Dijo dándole un suave golpe amistoso en el hombro.- Pero en serio no le cuentes a nadie. Y por lo del bulliyng no te preocupes, la geste es así, aquí donde me ves me metí en muchos problemas porque también se metían conmigo, no les hagas caso y si te pegan tú solo tienes que pegar más fuerte y ser el último en caer, y si eso no funciona me llamas que no me importa aparecer de repente en tu escuela y repartir un poco de miedo.

Lunas de GofioWhere stories live. Discover now