CAPITULO 25

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Volvió momentos después con la gran bandeja de dulces y el brazo gitano que Noe le había dicho en la dulcería.

- Me he tomado la libertad de traer un cuchillo para cortar los dulces, son grandes así que creo que así es mejor.- Dijo mientras los destapaba dejando ver los deliciosos y jugosos dulces.

Teresa se quedó asombrada con la cantidad de dulces que habían traído.

- ¡Yo creo que puede sobrar y todo! Lo de brazo gitano seguro te lo sopló Noe.

- ¡Qué va! Fue idea de él-respondió Noe con voz inocente.

- No te conozco yo a ti ni nada-respondió Teresa- gracias Diego, es un gran detalle.

José asintió con la cabeza y añadió:

- Siempre en navidades mi madre es la que lo prepara, al igual que el roscón de reyes, pero como está de viaje fuera de la isla, no pudo venir esta noche, gracias Diego.

- No hay nada que agradecer, es un placer haberlos podido traer.- Dijo rascándose la nuca.- También es cierto que he hecho trampas, Noe me ha soplado lo que le gusta a cada uno así que en fin, espero que lo disfruten y mejor que sobre. Yo si no les importa, primero atacaré el de café...

- Tú haces los honores cariño-dijo Noe- yo comeré el dulce que está reservado para mi especialmente, Diego me llevó a una pastelería exclusiva para mí por los alérgenos que no tienen.

- Yo me conformo con cualquiera de los que están ahí-respondió Luci acercando la mano.

- Yo igual-añadió Pedro.

- Yo te ayudo a cortarlos nené- dijo Noe en voz baja

- Gracias.- Dijo también en voz baja a Noe ya que con lo de los chicos pidiendo ya los dulces y él cuya experiencia cortando dulces era más que nula.

Diego le dio el cuchillo a Noe con cuidado y la ayudó pasando los dulces a cada uno de ellos.

- Desde que supe de los alérgenos que Noe no puede consumir he estado buscando varios sitios en los que ella no tenga que preocuparse por si puede o no puede comer algo de la carta, incluso hay una heladería muy buena en la que puede ponerse bien las botas.

- Es una tarea que requiere tiempo saber cada uno de ellos-vaciló Teresa- yo creo que eso la ha convertido en la hija preferida que todos consienten, cuando le preparo algo distinto la mayoría de las veces.

- Sí mamá-rió Noe-por ese lado me siento muy afortunada.

Noe le acercó un plato de dulce a cristina y a su abuela,

- Gracias Diego-respondió María-normalmente no como dulce, pero hoy vamos a romper con la dieta. Te dejaré un poco del mío cristina.

- Vale abuelita.

- Entiendo a lo que se refiere, mi hermano pequeño es intolerante a la lactosa y a alguna que otra cosa más así que muchas veces tengo que estar leyendo las etiquetas de todo lo que hay en el supermercado.- Dijo Diego pensando por unos segundos en como estaría pasando las navidades el pequeño Mateo.- Realmente espero que le guste, además, como ha dicho antes Noe es una noche especial, saltarse un poco la dieta no es nada.

Teresa y José comieron del brazo gitano y les gustó mucho, se comieron una buena ración sin darse cuenta en medio de sus conversaciones banales y personales.

Cuando Noe terminó de comer le dijo a Diego:

- ¿Quieres ir al salón cariño?

- Claro princesa, vamos.- Dijo tranquilamente, no sin antes dejar los platos en el fregadero.

Lunas de GofioWhere stories live. Discover now