CAPITULO 6

10 2 0
                                    

Al día siguiente siendo este domingo, Diego se levantó a la misma hora de siempre, al alba ya casi asomando el sol por las ventanas de todas las casas del barrio.

Lo primero que se le ocurrió fue mandar un mensaje a Noe pensando que esta estaría dormida y que le respondería cuando se despertara.

- Buenos días por la mañana, hoy tenemos un precioso amanecer con augurio de día soleado con algunas nubes salpicando nuestro hermoso cielo azul, espero que te despiertes bien, a mí me toca ir a entrenar.- le escribió antes de ir a vestirse y preparar las cosas para irse al entrenamiento.

- ¿A dónde vas a ir a entrenar?- recibió al momento un mensaje de Noe- me despierto a las 6 y media los domingos para ir a trotar amigo, ¿quieres que te acompañe? Que me queda de paso pasar por tu casa en un rato, ¡un beso!

- Si quisieras venir estaría encantado de recibir tu visita, aunque si vienes tendrás que venir conmigo al entrenamiento, por cierto madrugas demasiado y... buenos días, besos.- le puso mientras bajaba las escaleras sin apenas mirar los escalones, cosa que casi lo hizo resbalar.

Después de eso comenzó a hacer el desayuno para él y para Mateo, que tendría que ir a las clases de refuerzo de inglés, así era para que Diego pudiera ir a entrenar.

- Entonces te acompaño-recibió el segundo mensaje- madrugo demasiado, ¿tú crees? Se ha vuelto una costumbre que ya no me doy cuenta de eso, el gofio me tiene así enérgica por las mañanas creo que es, entonces te buscaré a casa para ir juntos

- Creo que nunca te he dado mi dirección en realidad, Calle la Esperanza número 12, cuando llegues toca en el 3 del portero, bajaré enseguida en cuanto llegues.- le puso mientras casi daba saltos por la cocina emocionado además de que le servía de calentamiento.- créeme si te digo que sé lo que es tener energías desde temprano Jajajaja, te espero con ansias princesa.

Pasados varios minutos se escuchó el timbre, Noelia estaba en la puerta esperando

Por suerte Diego ya lo tenía todo preparado y bajó enseguida con su hermanito y con la bolsa de deporte.

- Buenos días Noe, esto... enano, ve a la casa de los vecinos, ya sabes, lo de siempre.- dijo antes de que el pequeño se fuera y volvió a mirar a Noelia.- Los vecinos lo llevan a la clase de refuerzo de inglés junto con su hijo y lo recogen, es la única forma de tener algo de tiempo para en entrenamiento.- le dijo explicándose.- ¿Quieres que vayamos trotando o caminando? Te advierto que es algo lejos, casi por el centro.

- Me gustaría que trotáramos un poquito entonces, para no perder el ritmo que llevo desde hace un rato-dijo Noe bebiendo un poco de agua y recogiéndose otra vez su pelo

- Pues allá vamos, iré a tu ritmo así que dicho de otra forma no pienso separarme de ti, además me vendrá bien para ir calentando.- dijo sonriendo y colocándose bien la mochila donde llevaba todo lo necesario.

Comenzaron a trotar y Diego parecía la mar de cómodo con el ritmo de Noelia, como si para él fuera bastante fácil seguir así todo el día si hiciera falta.

Llegaron al lugar donde Diego entrenaba unos 15 minutos más tarde, habían llevado un buen ritmo así que aún quedaba un poco para que empezara la clase.

- ¿Entras conmigo? Yo tendré que prepararme y demás pero después hasta que empiece podemos hablar o algo, puedes descansar un poco dentro hay bancos y demás.- le dijo bastante emocionado debido a que hacía tiempo que no entrenaba en el local y que bueno, acababa de despertar y no le había dado tiempo a quemar energías.

- Claro- respondió Noe sonriente- si te soy sincera me gustaría ver como entrenas así sea desde lejos, de todas formas claro que podemos hablar mientras te preparas y yo descanso un poco

Lunas de GofioWhere stories live. Discover now