CAPITULO 26

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El día de fin de año por fin había llegado y nadie sabía lo que les depararía esa noche, ese pequeño velo que cubre un año más en la vida de todos y en la de nadie a la vez. Ambos estaban nerviosos por el mismo motivo, que la noche fuera perfecta para ambos, por eso mismo en casa de Noelia...

- ¿Crees que este vestido me queda bien Luci?-preguntó Noe mirándose al espejo detenidamente sin estar segura del todo.

- El negro te favorece hermana-respondió Luci.

- Hablo enserio...es fin de año, y aunque sé que faltan aun 6 horas para las campanadas quiero verme bien para cuando vea a Diego, quiero que se quede loco, además es la primera vez que voy a...perdón...vas a maquillarme, así que ayúdame.

- Jamás te mentiría en esto-respondió Luci mas seria- ese vestido te queda bien, no te trabes más por eso.

- Bueno, yo voy a ver a Diego un rato en su casa, para después venir con él, así que ya sabes, nada más llegar, me maquillas.

- Está bien, no me moveré de aquí.

- Bien, ya hace rato que le escribí a Diego para ir a su casa, me pongo ahora algo cómodo y tiro para allá.

- Tengo que ir a comprar unos refrescos, me queda de paso así que te acompaño.

Cuando pasaron por la casa de Diego, Luci siguió su camino y Noe tocó la puerta sin haberle mandado un mensaje de que ya estaba allí.

Diego abrió la puerta vestido con un pantalón de vestir, aún los zapatos no los llevaba puestos pero si la camisa de botones blanca que llevaría a casa de Noe. Los botones no estaban abrochados así que se podría decir sin temor a equivocación que era el momento más sexy de Diego.

- Hola princesa.- Le dijo sonriendo antes de besarla.- Pasa, estaba terminando de prepararme, espero que tu padre no me diga nada por no llevar corbata, me agobian esas cosas del diablo.

Después de que ella entrara, Diego se aseguró de cerrar la puerta y seguirla hasta la habitación de él donde por supuesto la invitó a ponerse cómoda mientras recogía la ropa que se había estado probando, Noelia no era la única que quería estar perfecta esa noche.

- Aah cariño ¿cómo es eso?-rió Noe confusa- ¿ni siquiera vas a ponerte la pajarita? De todas formas así te ves mejor que bien.-dijo sentándose cómodamente sobre la cama de Diego.

- Es que de verdad me agobian, aunque si me la pones tú puede que haga una excepción y la lleve, al menos hasta que terminen las campanadas.- Dijo riéndose mientras terminaba de recoger.- Solo tengo corbata, una gris y otra negra, lo dejo a tu gusto princesa mía.

- Yo no tengo ni idea de cómo ponerla, además no te sientas obligado a hacerlo, cada uno se viste como quiere, nadie te va a decir nada malo-respondió Noe calmadamente.

- Entonces nada de corbata, estás cosas las carga el diablo.- Dijo tirándolas dentro del cajón.- Tenemos tiempo de sobra así que... ¿Te apetece hacer algo? Oh Dios estoy tan idiotizado que se me pasan las cosas, ¿tienes sed? ¿Te traigo agua?

- Me pasa igual, ya te estoy pegando mis manías... y No hace falta que me traigas nada, estoy bien nené, lo que tengo, son ganas de otra cosita...-dijo coqueta- yo creo que nos da tiempo, ¿no?

- Y tanto que nos da tiempo.- Dijo quitándose la camisa y los pantalones.- No quiero que les pase nada, es el único traje de chaqueta que tengo.

Lo último lo dijo divertido antes de lanzarse hacia ella en una especie de juego travieso, besándola y tirándose de forma que giraron y ella cayó sobre él sin el más mínimo daño.

Lunas de GofioWhere stories live. Discover now