CAPITULO 10

7 2 0
                                    

Ya era por la mañana, y Noelia se había levantado un poco antes de lo habitual, aun seguía dándole vueltas a la mente sobre cómo actuaría en cuanto viera a Diego en clase, su hermana Luci se levantó poco después y al verla algo desanimada le preguntó con curiosidad:

- ¿Qué te pasa Noe?

- Nada peque, tengo la cabeza echa un lio.

- ¿Por Diego?

- ¿Cómo sabes eso?

- Se te nota claramente que te gusta.

- Eso es lo que me temo, que estoy empezando a sentir cosas por él, y no quiero salir herida.

- Tú mientras no dejes de ser la misma, no habrá problema.

- Supongo... bueno, nos vamos a clase

Diego se levantó algo más tarde de lo que normalmente lo hacía, entre los calmantes y la sesión de entrenamiento que se suponía que no debía hacer estaba algo cansado pero eso era fantástico, era como si el exceso de energía se hubiera esfumado. Lo único malo era que seguía pensando en lo que haría cuando estuviera con Noe.

Llegó a clase con calma pues aún le sobraba tiempo, incluso cuando había pasado por su casa para cambiarse de ropa y demás. Cuando entró solo estaba Noe dentro así que se armó de valor y sonrió ligeramente.

- Buenos días princesa, ¿todo bien anoche? Veo que hice bien en llevarte la mochila ayer por la tarde.- Dijo intentando aparentar normalidad.

- Sí.- le sonrió como siempre- te lo agradezco mucho, con las prisas la olvidé... ¿cómo te encuentras?

- Mejor, aunque estoy bastante sedado, pero al menos ya veo por el ojo derecho.- Dijo sonriendo algo más ampliamente al ver que ella seguía tratándolo igual.- Y no tienes nada que agradecer, es un placer poder haberte ayudado, si por mi culpa te quedas sin mochila me sentiría fatal... y por cierto, muy simpático tu hermano Dimas.

- Me alegro que te cayera bien, a él seguro que si.-rió un poco- oye...siento haberme ido de esa forma, creo que te di una impresión equivocada, pero, me ha encantado estar contigo, y todo lo demás-dijo cogiendo su mano

- ¿De verdad? Dios gracias al cielo, pensé que te había ofendido de alguna manera y la verdad es que estaba bastante preocupado por eso.- Dijo sonriendo y enredando su mano con la de ella.- En realidad la tarde de ayer fue una de las más relajantes y geniales de mi vida, todo gracias a que estabas conmigo.

- Era la primera vez que besaba a alguien, y mi reacción fue de esa manera, me ha costado mucho darme cuenta saber que me alegra mucho saber que soy la chica de la cual me habías hablado

- ¿De verdad no te habías dado cuenta? Mateo me regañaba porque parecía ser demasiado obvio.- Dijo rascándose la nuca.- Si te sirve de consuelo eres la primera chica que entra en mi casa, al menor en lo que a mí respecta. Entiendo que fui quizás demasiado rápido, lamente haberte asustado de esa forma, no era mi intención.

- Yo lo había sospechado, pero si te soy sincera me daba miedo saber la verdad, porque de ser yo la chica, me preguntaba qué pasaría con nosotros después de eso. Y echo eso es lo que me estoy preguntando ahora sabiendo que ambos nos gustamos

- Bueno, lo más sensato es llevar una relación sana y relajada con citas, salir a comer por ahí, al cine, paseos por el pueblo, puedo ir contigo de compras o lo que quieras.- Le dijo.- También podemos correr juntos por las mañanas y todo lo que te apetezca, no tenemos que ir deprisa. Y cuando llegue el momento pues avanzaremos paso por paso.

Lunas de GofioOnde histórias criam vida. Descubra agora