CAPITULO 17

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Diego divisó entre la multitud a Pedro y sonrió con algo de malicia.

- Bien, para el resto de las demostraciones necesitaré un voluntario. ¿Alguien que quiera subirse al ring conmigo unos minutos? ¿Qué tal el chico de la cámara? El de la fila 5.- dijo señalando a Pedro.- ¿Vienes?

- ¡Uy Pedro! Ni en tus sueños te lo habrías imaginado ¿no?- dijo Luci con emoción.- ¡vamos! ¡Ve!

Pedro tragó saliva e intentó contener su emoción mientras bajaba por las gradas en dirección al ring.

- ¡No puede ser!-rió Noelia- ay...te adoro mi Diego.

- Bueno.- Dijo Diego cuando ya tuyo a Pedro cerca.- Empecemos con algo muy fácil, ¿vale? Tienes que agarrarme por los hombros, ahora cuela tu pierna derecha por detrás de mi izquierda a la altura de la rodilla y tira hacia ti.

Diego lo hizo despacio con Pedro haciéndolo perder el equilibrio pero no dejó que este llegara a caerse al suelo.

- Esto no es de artes marciales mixtas pero suele echar para atrás a la mayoría de chulos de playa.- Dijo provocando algunas risas en el público.- Bueno chaval, te toca hacerlo conmigo y sin piedad, tírame al suelo.

Pedro dejó a un lado sus emociones y se concentró en lo que Diego le pedía, aunque sabia como sería el resultado, se esforzó lo mejor que podía a la hora de derribarlo.

Luci no dejó perder ningún detalle, sacando fotos a cada movimientos que su hermano hacia en el ring.

Obviamente Diego no ejerció toda su fuerza en resistirse así que desde que Pedro ejerció fuerza Diego comenzó a perder el equilibrio hasta que cayó con un buen golpe contra el ring que sonó más que lo que fue. Después con un simple impulso se levantó de un salto.

- Eso que acabas de hacer es una llave de rodilla, es algo muy común en judo. Ahora iremos a algo más serio.- Dijo sonriendo hacia su joven cuñado.- Vas a pegarme en la barriga con el puñetazo más fuerte que puedas, no te preocupes y tú pega con ganas o si no seré yo el que lo haga, ¿vale?

- Como ordenes Diego-respondió Pedro seriamente, se concentró durante unos segundos y le propinó un fuerte puñetazo en dirección a su barriga.

Diego lo recibió sin problemas y estaba más que seguro de que le había dolido más el impacto a Pedro que a él.

- No está mal, pero mira.- Le dijo mientras estiraba los hombros unos segundos.- Cuando vayas a golpear adelanta primero el pie contrario a la mano con la que vas a golpear y tensa el hombro. Después usa todo tu cuerpo para el impacto, en primer lugar te dolerá menos a ti y más al otro, otra cosa es que en vez de golpear con 20 kilos de fuerza lo harás con 70.

Hizo una pequeña demostración con el saco de boxeo, primero golpeando como lo había hecho Pedro y luego como debería haber sido.

- Inténtalo de nuevo, primero con el saco, luego conmigo.- Le dijo sonriendo al ver los nervios de Pedro de estar allí delante de toda esa gente.

Pedro obedeció a Diego con sus explicaciones, las mentalizó durante un rato y se dirigió al saco de boxeo para dar golpes como Diego le había indicado. Al notar que la fuerza empleada era muchísimo mejor, su motivación le llevó a ponerse frente a Diego para propinarle un segundo golpe.

Diego incluso llegó a doblarse ligeramente, no porque el golpe no hubiera sido bueno, simplemente estaba acostumbrado a golpes más fuertes.

- Eso ha sido genial.- Le elogió.- ahora coge ese palo de allí, explicaré los puntos en los que se suelen usar patadas y algunas cosas más y podrás volver a tu sitio.

Lunas de GofioWhere stories live. Discover now