CAPITULO 15

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Hacía tiempo ya que Diego se había dejado llevar y al no tener una negativa de Noe seguía adelante mientras ella lo dejara. En el momento en el que ella le dijera que parara lo haría al instante, eso seguro.

Levantó un poco el cuerpo de Noe y con una mano se dedicó a levantar un poco la camiseta de ella sin llegar a descubrir sus pechos, solo comenzó a repartir suaves besos en el vientre de Noelia lenta y suavemente llegando también a morder intentando no hacerle daño.

Noe continuaba respirando notoriamente y no pudo evitar que se le escaparan un par de risas por los besos que Diego le daba en su vientre, con sus manos aprovechó el momento para apretar su cabeza y presionarla más sobre su vientre, podía besarla su cuerpo y morderlo como quisiera, era dichosa sentir todas esas sensaciones que él le proporcionaba.

Diego la levantó como si ella no pesara nada, la agarraba por los muslos dejando que ella lo rodeara por las caderas con sus piernas.

La llevó a la cama mientras la besaba intensamente. Al llegar la estiró en la cama con cuidado mientras él quedaba entre las piernas de ella.

Siguió mimándola y besándola a la vez que pasaba las manos por la piel de ella. Besaba y lamía cada pequeño recoveco de piel al que llegaba sin pasar de ciertos límites, quería seguir escuchando su respiración agitada, sus pequeños gemidos, ver como poco a poco ella se dejaba llevar por él.

Noe se quitó sus gafas y las puso sobre la mesita de noche que había al lado de la cama y se concentró en los besos que le daba Diego en su torso y su vientre, metió sus manos dentro de la camiseta de él y acaricio su espalda fuertemente, como pidiendo que no parase, realmente le gustaba que estuviera entre sus piernas.

Diego se quitó la camiseta dejando que ella lo viera y lo acariciara como quisiera. Llevó las manos hasta el borde de la camiseta de ella y la miró a los ojos, pidiendo permiso de forma silenciosa, queriendo descubrir más piel de ella, besar una nueva zona, esperando hacerla sentir mejor de lo que ya se estaba sintiendo.

Noe lo miró atentamente, pronto se dio cuenta que le pedía permiso con sus ojos, no dijo nada, solo respondió con su cuerpo, levantando sus brazos para que Diego pudiera quitarle su camiseta.

Él solo sonrió suavemente y le quitó la camiseta con calma por si ella se arrepintiera de su decisión. Al ver que no fue así la besó antes de susurrarle un hermoso y dulce "te amo" al oído y bajar hasta los pechos de ella para besar sin llegar a quitarle el sujetador.

Pasaba sus manos por la zona y apretaba levemente mientras la besaba de nuevo por el cuello ahora sabiendo que eso le gustaba.

Dado el momento levantó el sostén de Noe liberando sus senos de su prisión de tela y aros de metal. Habiendo hecho aquello ahora si tenía la libertad de besar, lamer y morder todos sus pechos y pezones a placer, hasta que estos estuvieran duros y enrojecidos a la vez que sensibles.

Noe no dejaba de respirar excitadamente, sentía su corazón latir en su garganta cuando se percató que tenía sus senos al aire libre, sin embargo le gustaba mucho como Diego le mordisqueaba sus pezones y los acariciaba con suavidad, a lo que ella se terminó de desabrochar el sujetador y lo apartó completamente tirándolo al suelo, para que pudiera él pudiera abarcar mejor sus pechos.

Diego parecía no cansarse de lo que estaba haciendo con los pechos de ella, le encantaba el tacto de la suave piel de ella con su lengua. Mientras prestaba atención con la boca a uno de sus pezones pellizcaba suavemente y acariciaba el otro pecho con una mano.

La otra mano del castaño se entretenía acariciando el vientre de ella o las piernas de Noe, queriendo hacerla sentir tranquila y relajada.

No quería apurarla pero en un momento él se dejó caer a un lado y la puso a ella encima a horcajadas. Así dejándola con todo el control de la situación.

Lunas de GofioWhere stories live. Discover now