Marca.

El Omega insistente.

El llanto y las súplicas desesperadas se podían escuchar por todo el sótano, el joven imploraba piedad mientras a medida que el ataque se hacía más intenso, nadie escuchó sus súplicas, nadie se conmovió.

El ataque se detuvo cuando una silueta se asomaba de entre las sombras, con pasos lentos y firmes se acercó a la persona la cual estaba a punto de perder el conocimiento y la cual tembló al detectar esta presencia.

- ¿Acaso no les dije que no exageraran?.- Cain se colocó en cuclillas frente al joven.- Miren el desastre que han hecho con mi invitado.

- Esto que estas haciendo...esto no se va a quedar así.- El joven escupió una bocanada de sangre.

- ¿Todavía en tu estado tienes las agallas para amenazarme?.- Lo tomó del pelo.- En verdad eres muy valiente.

- ¿Este es el líder que quieren?.- El joven le gritó al grupo de hombres.- ¿Este es el tipo de basura que quieren como líder?

- Por cosas como esta es que estas aquí.- Estampó su cabeza contra el suelo.- Si te hubieras quedado en silencio aún hubieras preservado tu vida ¿Por qué tuviste que provocar a los demás para ir en mi contra?

- Tu...- Gruñó.- Tu no mereces ser nuestro líder, eres mezquino, ambicioso y cruel, solo te importa el poder, la manada nunca te ha importado, por eso el líder Xiao debe saber la verdad.

- ¿Y quien se la dirá?.- Cain sonrió con malicia.- Porque es bien sabido que los muertos no hablan.

- Podrás asesinarme pero mis hermanos siguen por ahí y ellos seguirán oponiéndose a que un maldito como tu sea nuestro líder.

- ¿En serio?.- Cain observó a sus hombres y sonrió.- ¿Acaso no le han dado la noticia?

- Lo siento jefe.- El hombre sonrió.- Nos estábamos divirtiendo tanto que se nos olvidó.

- No hay problema.- Cain agitó su mano.- Yo le daré la noticia.

El asustado joven temblaba en el suelo con su rostro ensangrentado y todo su cuerpo lastimado, se encontraba atado de pies y manos con cadenas de acero las cuales eran incapaces de ser rota por cualquier licantropo.

Mientras esté esperaba su destino allí tirado en el suelo frío levantó su mirada hacia el joven al joven de pelo gris que estaba de pie frente a él lo observó darle una sonrisa fría y observó como este con cuidado desprendía su camisa negra dejando ver un blanco, firme y marcado torso.

De repente el temblor causado por el dolor se transformó en un temblor provocado por el miedo cuando frente a sus ojos aquel joven de pelo gris empezó a tomar su forma animal.

En ese momento, el joven alto y atractivo de sonrisa coqueta se había ido, en su lugar estaba una enorme, majestuosa e intimidante bestia que avanzaba lentamente pisoteando sus enormes patas las cuales dejaban ver unas afiladas y largas garras.

Un bestia de ojos azules como el mar, un pelaje gris, frondoso y brillante, largos y temibles caninos que afloraban provocando pavor. Aquella bestia avanzaba lentamente hacia su presa, con su mirada fija y la cabeza en alto mostrando altivez y dominio.

Todos los presentes observaron aquella escena y recordaron la razón por la cual Song Cain había sido considerado por el jefe Xiao como el próximo líder, no había duda alguna que aquel alfa tenía madera de líder.

- Entonces seré yo quien tenga el honor de darte la noticia.- El enorme lobo gris se detuvo frente al joven.

- ¿Que hiciste? ¿Que le hiciste a mis hermanos?.- Gritó con desesperación.