Marca.

Belleza Salvaje.

** Esta tarde estaba escuchando un poco de música para entretenerme y me tope con una canción que me encanta, mientras la escuchaba de repente sentí que quien la cantaba era el Yibo de esta historia, sería como su respuesta un tanto rebelde a quienes se llegaron a cuestionar la razón por la que aún a pesar de todo sigue amando a Zhan jijiji**

- ¿Por qué no duermes?.- Acarició su mejilla.

- No quiero.

- ¿Tienes insomnio?

- No...es solo que temo que cuando vuelva a abrir los ojos todo esto se haya desvanecido.

- Entonces duerme tranquilo.- Yibo sonrió con suavidad.- Aquí estaré en la mañana y todos los días.

- Yibo...- Zhan hizo una pausa.- ¿Estará bien esto?

- ¿Que cosa?.

- Decidiste dejarme a tu lado, decidiste darme una oportunidad ¿Como lo tomarán los demás?

- ¿Y cómo se supone que tengan que tomarlo?.- Coloco su brazo debajo de su cabeza y se giro con la vista hacia el techo.- Es mi vida, yo decido que hacer y que no, nadie puede juzgarme y mucho menos cuestionar las decisiones que tomo.

- Tu madre aún no me perdona, no quiero que tengan diferencias por mi culpa, no quiero ser responsable de un problema entre ustedes.

- Tienes razón.- Yibo asintió.- Mi madre aún no te perdona y puedo entenderlo perfectamente porque quien estuvo a mi lado y vio todo lo que viví fue él, pero así como yo respeto su decisión de no perdonarte él respeta mi decisión de estar a tu lado.- Suspiró.- Solo dale algo de tiempo, quizás más adelante cambie de actitud, solo espera.

- No puedo sentirme molesto con eso.- Zhan sonrió.- Estoy agradecido con el hecho de que no haya evitado que estuviéramos juntos, ya con eso me siento tranquilo, en cuanto al perdón trataré de ganarlo justamente.

- Mi madre no es una mala persona, solo es una madre que ama mucho a su cachorro, por debajo de su actitud fuerte y firme hay un hermoso ser humano.

- Mi madre me dijo algo parecido.- Zhan sonrió.

- Bien...ahora duerme, debes descansar.

- ¿Te iras a la otra habitación?

- Me quedaré aquí.- Sonrió con suavidad.- Desde ahora me quedaré aquí...- Acarició su vientre.- Con ustedes.

Xiao Zhan se fue acercando lentamente hacia el cuerpo de Yibo, por primera vez desde que había ido a vivir a aquella casa ambos dormían toda la noche en una misma cama. Reposo su cabeza en el hombro de su alfa y fue poco a poco cerrando sus ojos.

Aquel calor, aquel aroma, ambas cosas hacían una combinación maravillosa que le brindaba paz y seguridad. Ahora cerraba sus ojos con confianza y con la completa certeza que cuando los abriera el día siguiente a su lado seguiría aquella persona que se había vuelto lo más importante y esencial en su vida.

Yibo había tomado una decisión definitiva, lo había estado pensando por tanto tiempo, analizando la situación imaginando escenarios, recreando momentos. Ponía en una balanza sus sentimientos y sus inseguridades y se dio cuenta que desde hace un tiempo atrás sus inseguridades habían disminuido mientras que sus sentimientos crecían cda vez más.