Marca.

Consecuencias de una marca.

- ¿Que estuviste haciendo todos estos días que no contestabas mis llamadas?

- ¿Recuerdas que era luna llena?.- Yibo suspiró.- Dormí...solo eso...

- Por eso estaba preocupado ¿Como fue todo?

- Normal, igual que siempre.

- ¿Ahora estas bien?

- Si, de hecho estoy en la pista para mi última práctica, mañana será la competencia.

- Se que te irá bien, eres el mejor.

- Mamá...

- ¿Si?..

- Una vez que termine con la competencia voy a regresar a China.

- ¿Estás seguro? Dijiste que querías quedarte una temporada.

- Cambié de opinión, compré el boleto de avión para el día después de la competencia, ya le avisé a Kenta que regreso a China, nos encontraremos allá.

- Bien, haré que arreglen tu departamento.

- No iré al departamento.

- ¿A dónde iras?

- Quiero ir a la casa que tenemos en la costa.

- ¿Por qué allí?...

- Por nada especial, es solo que quiero estar solo por un rato, quiero un poco de tranquilidad.

- Hijo...¿Sucede algo?

- No sucede nada mamá.

- Hijo...

- Lo prometo...- Sonrió.- Estoy bien, solo quiero descansar de estos días tan ajetreados que he tenido.

- Bien, si eso es lo que quieres daré la orden para que arreglen tus cosas.

- Gracias mamá.

- Estoy feliz porque mi cachorro regresa pronto, le daré la noticia a papá.

- Nos vemos pronto.

- Te amo.

- Yo más.

Wang Yibo había terminado la conversación con su madre sin mencionarle un detalle importante, no pensaba contarle a sus padres sobre lo ocurrido con Zhan y con la marca, quería mantener esto al margen de sus padres primero porque no quería preocuparlos y segundo porque quería terminar con todo de una vez por todas.

Ya no quería escuchar sobre más venganzas, rivalidades o disputas, ya no quería más altercados a su alrededor, solo quería vivir en paz. Pensó que una vez regresara a China convenceria de alguna manera a sus padres para que detuvieran aquella caza que habían iniciado hace 4 años atrás.

Solo ansiaba que todo terminara y que los rencores y el enojo finalmente se esfumaran, ahora solo anhelaba una cosa...tranquilidad.

Después de haberse marchado de aquella cabaña Yibo no volvió a tener contacto alguno con Xiao Zhan, no sabía si seguía allí o que había hecho, estaba decidido a no pensar más en él, a borrarlo de su vida, sin imaginarse que debido al vínculo que habían creado eso sería algo más que imposible.

~~~

- ¡No puede pasar!

- ¿Quien diablos se atreve a detenerme?

- ¡Joven!

- ¡Apartate antes de que haga rodar tu cabeza!.- Rugio.

La puerta de la habitación 178 se abrió de manera repentina provocando un gran estruendo, Song Cain ingresó al lugar agitado, nervioso y alterado, sus ojos azules estaban inyectados de sangre y su tez blanca estaba enrojecida, ni siquiera los 5 escoltas que se encontraban en la entrada pudieron detener al alterado alfa.