Marca.

En busca de ayuda.

Yibo pateó con suavidad la puerta, llevaba las manos ocupadas abarrotadas de bolsas de supermercado, antes Kenta era el que se ocupaba de estas cosas así como de preparar los alimentos, Yibo confiaba en su buen juicio y su cuidado para ello.

Ahora que su mejor amigo no estaba debía encargarse de ello, no era muy asiduo a cocinar aún así gracias a las enseñanzas de Kenta había aprendido lo básico.

Le había prometido no comer comida chatarra en su ausencia y cuidar de su salud por lo que no podía faltar a su palabra. Una vez terminó de organizar las cosas tomó una caja de galletas rellenas de mermelada de frambuesas y se lanzó en el sofá, allí se quedó sentado por un largo tiempo observando alguna que otra serie.

Habían transcurrido 4 días desde el incidente en su departamento con Xiao Zhan, 4 días en los que no lo había vuelto a ver, en estos días no era perseguido, acediado o acosado por esta persona, eran días pacíficos.

Desde que pudo soltar aquellas palabras que tenía atascadas en su garganta Wang Yibo se ha sentido un poco más aliviado, como si las cadenas que ataban a su corazón poco a poco fueran soltando su tensión.

- ¿Estás despierto aún?.- Yibo habló por su móvil.

- Estoy a punto de ir a la cama, mañana tenemos que arreglar algunos asuntos con respecto a los diseños.

- Has trabajado duro.- Sonrió.

- Todo sea porque el negocio vaya viento en popa.

- Hoy fui de compras.- Llevó una galleta a su boca.

- Espero que no hayas comprado solo golosinas y frituras.

- ¿En verdad crees que soy un niño?.- Rodo los ojos.

- No lo creo...lo eres...

- Por favor mamá no empieces con los regaños.- Bromeó.

- Si tuviera un hijo como tú hace tiempo lo hubiera dado en adopción.- Kenta bostezo.

- Ve a la cama.

- No, quiero platicar un rato más..

- Solo ve a la cama, prometo que luego te llamaré.

- Yibo...- Hizo una pausa.- Te extraño.

- Yo también te extraño...pero lo que más extraño es tu comida.

- Eres un idiota Yibo, me ves más como tu sirvienta que como tu mejor amigo.

- Eso es cierto...- Bromeó.

- ¡Vete a la mierda!.- Colgó.

- Parece que se enojó esta vez...- Sonrió al ver que el móvil volvió a sonar.- ¿Algo más?...

- Recuerda tomar tus medicinas y no abusar de tu cuerpo ¡NO ME DES PROBLEMAS!

- Descansa Kenta...- Yibo sonrió.

- Tu igual...

Cada día Wang Yibo y Kenta se contactaban a la misma hora por vía telefónica, poniéndose al día, organizando asuntos sobre su negocio en común o simplemente hablando de las mismas cosas una y otra vez.

Ambos se mantenían al tanto de la vida del otro, siempre cuidándose y velando porque todo marchara bien. Kenta ansiaba regresar junto a Yibo, le inquietaba dejarlo solo por mucho tiempo sobre todo por su estado físico, pero las cosas se habían tornado una tanto complicadas en los Estados Unidos así que su estadía se había prolongado.

Por otro lado Wang Yibo se ocupaba a distancia de mantener a Kenta ocupado pero sobre todo protegido, más que por el tema de su venganza se enfocaba en su seguridad ya que a pesar de ser un licantropo como beta su fuerza y poder eran limitados ante los demás, así que el quería encargarse de mantenerlo seguro y sano.